La iluminación espiritual

Reencarnar

LA REENCARNACIÓN

Acerca de la muerte, el renacimiento y la vida.

Precisamente al leer este texto pensemos que, en todo caso, siempre se trata de captar el sentido de las palabras, puesto que lo esencial es: Quien tome al pie de la letra las palabras que pronuncié siendo Jesús de Nazaret, aún hoy errará el camino; pues las palabras eran y son solo símbolos e indicadores de camino para la verdad interna. ... El sentido de las palabras de la vida solo puede ser captado e interpretado correctamente por hombres que anhelan la verdad y se esfuerzan por alcanzarla.

REENCARNAR

El renacimiento en el espíritu de Dios libera de la reencarnación.

  • Estando sentado Jesús en el lado oeste del templo con Sus discípulos, he aquí que la gente llevaba a un muerto en un féretro, para enterrarlo, y uno Le dijo: Maestro, ¿si un hombre ha muerto, vivirá de nuevo?
  • Y El respondió diciendo: Yo Soy la resurrección y la vida, Yo Soy lo bueno, lo bello, lo verdadero, y si alguien cree en Mí, no morirá jamás, sino vivirá eternamente. Así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a vivir. Benditos los que en Mí mueren y se han vuelto perfectamente iguales a Mí; pues reposarán de su trabajo y sus obras les seguirán. Habrán vencido el mal y habrán sido hechos pilares del templo de Mi Dios, y ya no saldrán de él, pues permanecerán en la eternidad.

Yo, Cristo, explico, rectifico y profundizo la palabra:

...morir en Adán, significa morir en el pecado. Resucitar en Cristo, significa haberse desprendido del pecado mediante arrepentimiento, perdonar, pedir perdón, mediante la reparación del mal y dejando de cometer pecados iguales o parecidos.

Quien aspire a la pureza del alma y quien crea en Mí, Cristo, el Redentor de todos los hombres y almas, vivirá conscientemente en Mí y alcanzará el renacimiento en el espíritu de Dios. Entrará en lo más sagrado, en Dios, y también permanecerá en Dios. El ser que haya vuelto a convertirse en la imagen y semejanza del Padre, permanecerá en los Cielos eternos y no volverá a tomar cuerpo en la carne -como no sea para servir al Eterno, en vestido terrenal.

RENACIMIENTO

Acerca de la rueda del renacimiento. Las almas ensombrecidas. El alma solo hallará reposo cuando todos los pecados hayan sido saldados. Saldar los pecados es más fácil y lleva menos tiempo en la Tierra que en los ámbitos del alma.

  • Pero para los que hayan hecho el mal no habrá reposo; pues saldrán y entrarán y tendrán que soportar sufrimientos por muchas eras para enmendarse, hasta que lleguen a ser perfectos. En cambio, los que hayan hecho el bien y alcanzado la perfección, tendrán reposo eterno y entrarán en la vida eterna. Reposarán en la eternidad.
  • Sobre ellos ya no tendrá poder el repetirse de la muerte y del nacimiento, para ellos la rueda del Eterno no girará más, pues habrán alcanzado el punto central, donde reina el reposo eterno, y el punto central de todas las cosas es Dios.

Yo, Cristo, explico, rectifico y profundizo la palabra:

Quien muera en el pecado, no tendrá reposo, porque a más tardar en los lugares de purificación el pecado se convertirá en dolor taladrante.

Si el alma no ha saldado los pecados traídos a la encarnación, sino que los ha incrementado, seguirá adherida a la rueda del renacimiento, que la atraerá a la siguiente encarnación, por no haberse podido elevar a causa de la carga, de los pecados. Cada pecado madura de acuerdo con leyes preestablecidas, apremiando entonces a ser saldado. Mientras el alma está adherida a la rueda de la reencarnación es atraída a la Tierra, porque ahí tiene la posibilidad de purificar en breve lo que todavía tiene el peso de la Tierra, es decir lo arraigado a la Tierra.

Un alma puede tener varias o incluso muchas encarnaciones tras de sí. Esto puede continuar hasta que hayan sido saldados todos los pecados que atraen al alma una y otra vez a la Tierra, porque aún está arraigada a ella.

Cuando en los lugares de purificación se activa una culpa de alma, esto puede significar para el alma un horno ardiente, en el que se consume. Muchas almas, estando en las brasas del pecado activado -que duele al alma igual que duelen al hombre las heridas en el cuerpo físico-, comprenden que como hombres tendrían de nuevo la posibilidad de expiar en la Tierra esta culpa, e igualmente otros pecados que todavía están latentes. Se enteran por ángeles instructores de que en una nueva encarnación existe la posibilidad de eliminar más pronto y más fácilmente las cargas del alma, liberándose antes del sufrimiento originado por el pecado.

Otras almas, en cambio, atraviesan muchos espacios de tiempo, vienen al vestido terrenal y se van -vienen y se van-. Muchas de ellas se cargan una y otra vez, dado que no están dispuestas a reconocer sus pecados como culpa propia ni en los planos de purificación ni en la existencia terrenal, ni a arrepentirse y dejar de pecar. Se trata, con frecuencia, de quienes hablan mal de los hombres que se esfuerzan en cumplir la voluntad de Dios.

Quien vive en el pecado durante largos espacios de tiempo, está muy alejado de la luz -y, en último término, está en contra de la luz, dado que para él las sombras son su hogar-. También se trata de almas que en vestido terrenal persiguen una y otra vez a aquellos hombres a los que ya habían causado males en tiempos pasados. Además, a través de sus propias analogías, los perseguidores pueden reconocer quiénes son los que se esfuerzan en purificar las sombras -sus pecados- con Cristo.

Comprended: muchas almas encarnadas, es decir hombres, se encuentran en este mundo con sus víctimas de tiempos pasados, encarnadas en otros vestidos terrenales. Con ello les es dada la posibilidad de auto reconocerse y de dar la vuelta.

Uno se auto reconoce, se arrepiente y como alma entra paulatinamente en la Vida, y no regresa. Otras almas regresan a la existencia terrenal por no haber aprovechado las encarnaciones precedentes, habiendo nuevamente pecado.

Comprended: en los reinos de las almas, éstas experimentan sus pecados como fuego en el cuerpo de alma, cuando las causas -es decir los pecados- se activan; esto es similar a cuando en la existencia terrenal las causas producen sus efectos y el hombre tiene que soportar golpes del destino y enfermedades. En los lugares de purificación, no obstante, el alma experimenta los efectos de los pecados de modo mucho más doloroso que cuando los expía y soporta, como hombre, en la existencia terrenal; pues quien en vestido terrenal se arrepienta y se esfuerce en entregarme a Mí, el Cristo, sus pecados, dejándolos en Mí, quien viva en Mí y no vuelva a pecar, entrará en la vida espiritual, pura y eterna. Para él, la rueda de la reencarnación deja de girar. Se ha desligado de muerte y nacimiento, porque el alma ha vuelto a ser un ser que proviene de Dios, y vive en el punto central, en Dios.

LA PALABRA

La palabra del hombre es la palabra del error.

  • Y uno de Sus discípulos Le preguntó: ¿cómo entrará uno en el Reino de Dios? Y El respondió diciendo: si no hacéis que lo de abajo sea como lo de arriba, y la izquierda como la derecha y lo que hay detrás como lo de delante, si no entráis en el punto central y en el Espíritu, no entraréis en el Reino de Dios.
  • Y El dijo: no creáis que haya alguien sin error, pues hasta entre los profetas y los que han sido iniciados en el ser cristianos, se encuentra la palabra del error. Pero hay muchos errores que el amor cubre.

Yo, Cristo, explico, rectifico y profundizo la palabra:

La palabra del hombre es la palabra del error; pues palabras son solo símbolos y pueden ser interpretadas de múltiples maneras. La palabra del hombre solo es comprendida por los hombres tanto cuanto han madurado sus respectivas consciencias. Hombres espiritualmente despiertos captan el sentido de la palabra, porque están inmersos en la verdad. Los hombres cuya consciencia se encuentra aún en estado embrionario, permanecen apegados a la letra y en todo ven contradicciones.

La palabra de los verdaderos profetas, iniciados e iluminados es a menudo interpretada erróneamente, porque es erróneamente entendida. En la Tierra viven hombres con distintos niveles de consciencia, y cada cual oye según su estado de consciencia, y conforme a éste interpreta cada cual, para sí y para su prójimo.

Las palabras, ...pues hasta entre los profetas y los que han sido iniciados en el ser cristianos, se encuentra la palabra del error. Pero hay muchos errores que el amor cubre, expresan lo siguiente:

Los llamados profetas e iniciados que Me utilizan a Mí, el Cristo, solo como medio para sus fines, para promover sus propios asuntos, están abusando de Mi nombre para traer el error a este mundo. Estos no iluminados se remiten con sus ideas y conceptos humanos -que sostienen como si fueran verdad, pero que son errores- a la palabra de los verdaderos profetas e iniciados, la cual entienden e interpretan mal, para legitimarse. El Eterno no deja que esos errores, que adjudican a los verdaderos profetas e iniciados, recaigan sobre éstos. El, sin embargo, por así decirlo los mantendrá cubiertos, hasta que haya madurado el tiempo de poner al descubierto el error que vino a este mundo.

DUALIDAD

El obrar del principio Padre-Madre en los duales.

  • Y llegada la tarde, se fue con los Doce a Betania; pues allí habitaban Lázaro, María y Marta, a quienes amaba.
  • Y Salomé se Le acercó y Le preguntó: Señor, ¿hasta cuándo tendrá poder la muerte? Y El respondió diciendo: mientras vosotros, hombres, pongáis cargas, y vosotras, mujeres, concibáis. Y por esta razón he venido, para poner fin a las obras de los imprudentes.
  • Y Salomé Le dijo: entonces he hecho bien en no haber dado a luz. Y el Señor respondió diciendo: come de todo pasto que sea bueno; pero de aquel que tiene la amargura de la muerte, no comas.
  • Y cuando Salomé preguntó cuándo se comprenderían estas cosas que Le acababa de preguntar, dijo el Señor: cuando hayáis gastado las vestiduras de la vergüenza y os elevéis por encima del deseo; cuando ambos sean uno, y lo masculino junto a lo femenino no sean ni masculino ni femenino.

Yo, Cristo, explico, rectifico y profundizo la palabra:

Los principios masculino y femenino, en Dios son llamado principios positivo y negativo. Son los dos polos que obran en perfecta unidad. Son los polos donante y receptor. Forman, en la unidad, el principio Padre-Madre.

Ambos polos, los principios donante y receptor, obran también en los hijos de Dios. Entre otras cosas, también producen la reunión de dos seres, de los principios donante y receptor. Se funden en la dualidad y activan así el principio Padre-Madre, la fuerza espiritual engendradora y receptora.

Los seres que están en la luz de Dios no inducen ni se dejan inducir a relaciones amorosas. Se aman mutuamente en Dios y desde Dios, y en la unión de la fuerza Padre-Madre engendran a seres espirituales, hijos de la luz.

La pareja dual es la dualidad. Son las dos fuerzas fundidas, las fuerzas donante y receptora. Los duales son dos seres -y, sin embargo, eternamente fundidos en unidad-. Ofrecen sus hijos espirituales al Eterno y los elevan a la filiación de Dios, a la familia universal, que es la gran familia de Dios.

LIBERACIÓN

Quien es de buena voluntad, entiende y cumple la ley de la vida y se libera de los errores.

  • Y una vez más a otro discípulo, que Le peguntó: ¿cuándo será que todos obedezcan la Ley? Cuando el Espíritu de Dios colme toda la Tierra y el corazón de todo hombre y de toda mujer.
  • Yo esparcí la ley en la Tierra, echó raíz y a su debido tiempo produjo doce frutos para alimento de todos. Eché la ley en el agua, y ésta se limpió de todo mal. Eché la ley en el fuego y el oro quedó purificado de toda escoria. Eché la ley en el aire y se hizo viva por el Espíritu del Uno viviente, que colma todas las cosas y habita en cada corazón.
  • Y aún dijo muchas otras parábolas parecidas, a aquellos que tenían oídos para oír y un alma que podía comprender. Pero a la muchedumbre estas palabras le eran oscuras.

Yo, Cristo, explico, rectifico y profundizo la palabra:

Estas palabras significan: el Padre eterno en Mí, Su Hijo, trajo la luz de la vida a este mundo. Los errores conscientes e inconscientes de los hombres trepan envolviendo la ley del amor y de la vida. Yo quitaré estos errores, de forma que la ley eterna sea reconocida y comprendida por cada hombre de buena voluntad, para que realice la ley eterna y la cumpla en la vida diaria.

Cuando todos los hombres cumplan la ley de Dios, verán en profundidad sus propias palabras y las de su prójimo; entonces el error ya no tendrá cabida. Quien vive en Dios, vive como hijo de Dios en el océano omniabarcante Dios. El hijo de Dios conoce la ley de la tierra, del agua, del fuego y del aire, porque vive en la ley. Con ello tiene también la fuerza para mover los cuatro elementos.