La iluminación espiritual

No crear más dolor en el presente

DI SI AL PRESENTE

P: El Buda dice que el dolor o sufrimiento surge por el deseo y que para liberarnos del sufrimiento tenemos que cortar los lazos del deseo.

R: Todos los deseos son expresiones de la mente que busca la salvación o la realización en las cosas externas y en el futuro como sustituto de la alegría de Ser. Mientras yo sea mi mente, soy esos deseos, esas necesidades, carencias, apegos y aversiones, y fuera de ellos no hay "yo" excepto como una mera posibilidad, un potencial no logrado, una semilla que todavía no ha brotado. En ese caso, incluso mi deseo de ser libre o iluminado es solo otro anhelo de realización o plenitud en el futuro. Así que no busque llegar a ser libre del deseo o "lograr" la iluminación. Vuélvase presente. Esté allí como observador de la mente. En lugar de citar al Buda, sea el Buda, sea "el despierto", que es lo que la palabra buda significa.

Los seres humanos han estado en las garras del sufrimiento durante millones de años, desde que cayeron del estado de gracia, entraron en el reino del tiempo y la mente y perdieron la conciencia del Ser. En ese punto, empezaron a percibirse a sí mismos como fragmentos sin significado en un universo ajeno, separados de la Fuente y de los demás.

El sufrimiento es inevitable mientras usted esté identificado con su mente, es decir, mientras usted esté inconsciente, espiritualmente hablando.

Hablo aquí principalmente del sufrimiento emocional, que es también la causa principal del sufrimiento físico y de las enfermedades físicas. El resentimiento, el odio, la autocompasión, la culpa, la ira, la depresión, los celos y así sucesivamente, incluso la más leve irritación, son todas formas del sufrimiento. Y todo placer o elevación emocional contiene en sí mismo la semilla del dolor: su contrario inseparable, que se manifestará con el tiempo. Cualquiera que haya tomado drogas para sentirse bien sabrá que la animación eventualmente se convierte en depresión, que el placer se transforma en alguna forma de dolor. Muchas personas saben también por experiencia propia cuán fácil y rápidamente una relación íntima puede pasar de ser una fuente de placer a ser una fuente de dolor. Vistos desde una perspectiva más alta, los polos positivo y negativo son caras de la misma moneda, ambos son parte del sufrimiento subyacente que es inseparable del estado de conciencia egotista de identificación con la mente.

Hay dos niveles de sufrimiento: el sufrimiento que usted crea ahora y el sufrimiento del pasado que vive todavía en su mente y su cuerpo. Ahora quiero hablar de cómo dejar de crear sufrimiento en el presente, y cómo disolver el sufrimiento pasado.

Hay dos niveles de sufrimiento: el sufrimiento que usted crea ahora y el sufrimiento del pasado que vive todavía en su mente y su cuerpo.

P: Ninguna vida está completamente libre de dolor y tristeza. ¿No es cuestión de aprender a vivir con ellos más que de tratar de evitarlos?

R: La mayor parte del sufrimiento humano es innecesario. Es creado por uno mismo mientras la mente no observada maneje nuestra vida. El dolor que usted crea ahora es siempre una forma de no aceptación, una forma de resistencia inconsciente a lo que es. En el nivel del pensamiento, la resistencia es una forma de juicio. En el nivel emocional, es una forma de negatividad. La intensidad del sufrimiento depende del grado de resistencia al momento presente, y esta a su vez depende de la fuerza de su identificación con la mente. La mente siempre busca negar el Ahora y escapar de él. En otras palabras, cuanto más identificado esté usted con su mente, más sufre. 0 puede ponerlo en estos términos: cuanto más capaz sea de honrar y aceptar el Ahora, más libre estará del dolor, del sufrimiento y de la mente egótica.

¿Por qué habitualmente se niega o se resiste la mente al Ahora? Porque no puede funcionar y permanecer en control sin el tiempo, que es pasado y futuro, así que percibe el Ahora atemporal como una amenaza. El tiempo y la mente son de hecho inseparables.

Imagínese la Tierra sin vida humana, habitada solo por plantas y animales. ¿Tendría todavía un pasado y un futuro? ¿Podríamos todavía hablar del tiempo de forma significativa? La pregunta "¿Qué hora es?" o "¿Qué día es hoy?" ­si hubiera alguien para hacerla- no tendría ningún sentido. El roble o el águila quedarían perplejos ante tal pregunta. "¿Qué hora?" responderían. "Bueno, es ahora, por supuesto. ¿Qué más?"

Sí, necesitamos la mente, así como el tiempo, para funcionar en este mundo, pero llega un momento en el que se apoderan de nuestra vida y ahí es donde se establecen la disfunción, el dolor y la tristeza.

La mente, para asegurarse el control, busca continuamente cubrir el momento presente con el pasado y el futuro. Así la vitalidad y el potencial infinitamente creativo del Ser, que es inseparable del Ahora, queda cubierto por el tiempo. La verdadera naturaleza queda oscurecida por la mente. Se ha acumulado una carga cada vez más pesada de tiempo en la mente humana. Todos los individuos sufren bajo este peso, pero también siguen aumentándolo a cada momento, siempre que ignoran o niegan el precioso momento o lo reducen a un medio para obtener un momento futuro, que solo existe en la mente, no en la realidad. La acumu­lación de tiempo en la mente humana individual y colectiva también carga una gran cantidad de dolor residual del pasado.

Si no quiere crear más dolor para usted y para los demás, si no quiere aumentar más el residuo de sufrimiento pasado que aún vive en usted, no cree más tiempo, o al menos no más del necesario para manejar los aspectos prácticos de su vida. ¿Cómo detener la producción de tiempo? Dése cuenta profundamente de que el momento presente es todo lo que tiene. Haga del Ahora el foco primario de su vida. Mientras que antes usted habitaba en el tiempo y hacía breves visitas al Ahora, establezca su residencia en el Ahora y haga breves visitas al pasado y al futuro cuando se requieran para manejar los asuntos prácticos de la vida. Diga siempre "sí" al momento presente. ¿Qué podría ser más fútil, más demente, que crear resistencia interior a algo que ya es? ¿Qué podría ser más demente que oponerse a la vida misma, que es ahora y siempre ahora? Ríndase a lo que es. Diga "sí" a la vida, y observe cómo esta empieza súbitamente a funcionar a favor suyo y no contra usted.