MEDITACIÓN PLENA

POR: JBN LIE

Imagen Meditación plena

Cómo practicar la conciencia plena (Budismo)

Practicar la conciencia plena consiste en controlar la manera en que piensas con respecto al mundo. Debes aprender a vivir en el momento presente y a cómo enfocar tu atención en únicamente las cosas que escojas enfocar. La conciencia plena implica observar el mundo que te rodea sin hacer juicios. Experimentar emociones no va en contra de la práctica efectiva de la conciencia plena; de hecho, es una parte importante de ella. Sin embargo, aprender a dejar ir esas emociones es igual de importante.

Prestar atención adrede

Toma conciencia de adónde enfocas. No te permitas reflexionar en cosas sin hacerlo intencionalmente. Haz un esfuerzo consciente para enfocar en cosas específicas y no dejes que tu mente deambule.

Toma conciencia de tus acciones. La atención y la conciencia son similares, pero no son exactamente lo mismo. Saber que estás hablando con alguien no es lo mismo que estar atento a cómo le hablas. Presta atención a las cosas que haces y dices, así como a tus motivaciones.

Dale a tus acciones un propósito en tu mente. Prestar atención a lo que haces y adónde enfocas es parte de darle un propósito a lo que haces. Un propósito puede ser una variedad de cosas, las cuales incluyen el propósito de enfocar tu atención o estar presente a medida que cumples con tareas que te has determinado hacer.

Vivir en el momento presente

No vivas en el pasado. No es poco común para las personas quedarse suspendidas en las cosas que ocurrieron en el pasado, pero hacerlo puede tener un efecto negativo en tu consciencia plena. Nada de lo que hagas ahora puede cambiar lo que ya ocurrió.

Evita quedarte atrapado en el futuro. No hay nada de malo con planear tu futuro, pero cuando permites que tus planes, tus temores o tus preocupaciones acerca del futuro afecten tu vida diaria, se convierte en un problema. Practicar la conciencia plena significa mantener tu atención directamente en el momento presente.

Deja de mirar al reloj. En el mundo occidental, muchas de las personas han crecido siendo dependientes del reloj. Chequean el reloj constantemente, prestando atención a cuánto tiempo ha pasado desde que empezaron a hacer algo o cuánto tiempo queda antes de que puedan pasar a otra cosa. Deja de vivir la vida en función del tiempo que transcurre y empieza a enfocar en lo que ocurre en este instante.

Permítete no hacer nada. Ser productivo es importante, pero algunas veces puede ser igual de importante permitirte no hacer nada. Pasa algo de tiempo a solas, siéntate tranquilamente y enfoca en experimentar el mundo que te rodea tal cual es.

Prestar atención sin hacer juicios

Deja ir los juicios y las emociones negativas. Ahora que tienes tu atención directamente en el presente, puedes sorprenderte a ti mismo observando cosas que quizás no hayas notado antes. Una parte importante de practicar la conciencia plena es tener la capacidad de observar qué sucede alrededor de ti sin hacer juicios.

Tampoco te aferres a las buenas emociones. La conciencia plena no siempre consiste en estar feliz. Tener una conciencia plena significa estar dispuesto a dejar ir el pasado, independientemente de las emociones positivas o negativas asociadas a él.

Trata tus sentimientos como al clima. La conciencia plena consiste en existir en el presente y dejar ir los juicios, los temores, los remordimientos y las expectativas. Sin embargo, esto no significa que debas ser estoico o no tener emociones. En vez de eso, abraza tus emociones, pero permite que pasen como el clima. No puedes controlar el clima y tampoco puedes controlar cómo te hacen sentir las cosas.

Trata a los demás con amabilidad y compasión. La conciencia plena requiere que estés en el presente sin juicios en la cabeza, pero entiende que no todas las personas escogen seguir este método de pensamiento. Encontrarás personas que están atrapadas en la negatividad o que experimentan un tiempo muy difícil. Nuevamente, dejar ir el pasado y el futuro no equivale al desapego. Practica la empatía hacia los demás.