La iluminación espiritual

Me siento feliz y saludable

POR: OSHO

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SOBRE LA FELICIDAD

La felicidad tiene que ver con lo que tú eres.

La felicidad depende de la infelicidad

Mi esfuerzo consiste en crear placidez, no felicidad. La felicidad no tiene valor; depende de la infelicidad. La placidez es trascendente: uno se mueve más allá de la dualidad de ser feliz e infeliz. Uno observa ambas; la felicidad viene, uno observa y no se identifica con ella. Uno no dice ´soy feliz. La paz, es maravillosa´. Uno simplemente observa, uno dice: ´Sí, una nube blanca está pasando´.

Y después llega la infelicidad, y uno tampoco se vuelve infeliz. Uno dice: ´Está pasando una nube negra. Soy el testigo, el observador´.

Esto es todo en lo referente a la meditación: simplemente conviértete en un observador. Viene el fracaso, viene el éxito, eres alabado, eres condenado, eres respetado, eres insultado- suceden todo tipo de cosas, son todo dualidades. Y tú continuas observando. Observando la dualidad, una tercera fuerza surge en ti; una tercera dimensión surge en ti. La dualidad implica dos dimensiones: una dimensión es la felicidad; la otra es la infelicidad. Observando ambas, una profundidad surge en ti: la tercera dimensión, presenciar, sakshin.

Y esa tercera dimensión trae placidez. La placidez no tiene ningún opuesto. Es serena, tranquila, fresca. Es éxtasis sin excitación.

¿Puedes ser la causa de tu propia felicidad?

La meditación es disfrutar de uno mismo, simplemente sentado en silencio no haciendo nada: feliz, jubiloso sin ninguna razón, porque todas las razones vienen de afuera. Conoces a una mujer bella y eres feliz, o conoces a un hombre hermoso y eres feliz, pero el meditador es simplemente feliz. Su felicidad no tiene causa en el mundo exterior.

La relación es la felicidad que llega desde el otro; cuando la felicidad llega desde el otro tendrá que estar brotando en el otro, si no, ¿cómo va a extenderse hacia ti? Y tu felicidad llega al otro, ambos estáis disfrutando de la felicidad del otro; estáis bebiendo del manantial del otro. Y el manantial está ahí, de otra manera cómo podríais beber. Pero la mujer que amas piensa que ella está disfrutando de tu felicidad; tú la estás haciendo feliz, tú eres la causa de su felicidad. Y tú estás pensando que ella es la causa de tu felicidad. Pero si ambos sois la causa de la felicidad del otro, ¿no podrías ser tú la causa de tu propia felicidad?.

Todo depende de ti

La religión esencial consiste en asumir toda la responsabilidad por lo que eres. E inmediatamente surge una percepción: ´Si yo soy responsable por mi sufrimiento, entonces es simple, lo puedo abandonar. Es mi elección. No lo elegiré nunca más’.

A un místico Sufi que siempre había permanecido feliz, se le preguntó….la gente que le había visto durante setenta años, nunca lo encontró triste. Un día le preguntaron: ´¿ Cuál es el secreto de tu felicidad?´. El dijo: ´No hay secreto. Cada mañana cuando me despierto, medito por cinco minutos y me digo a mi mismo: ´Escucha, ahora hay dos posibilidades: puedes ser miserable, o puedes ser dichoso. Elige. Y siempre elijo ser dichoso.

Todas las alternativas están abiertas. Elige ser dichoso. Y hay quienes pueden ser dichosos incluso cuando están encarcelados, y hay quienes siguen en la miseria incluso cuando viven en un palacio de mármol. Todo depende de ti.

La felicidad tiene que ver con lo que tú eres

La felicidad no tiene que ver con lo que tú tengas o no tengas. La felicidad tiene que ver con lo que tú eres. Aun cuando acumules muchas cosas, quizás tus preocupaciones y problemas aumenten, pero la felicidad no aumentará por ellas. La infelicidad seguramente aumentará con ellas, pero no tienen relación con el aumento de tu felicidad.

No estoy diciendo que deberías renunciar a las cosas, que tendrías que escapar de tu hogar y abandonar el mercado. No tomes mi declaración en sentido erróneo. Lo que es, es bueno. Nada pasará ya sea por abandonar cosas o por escapar de ellas, o por aferrarse a ellas. Permanece donde estás, pero comienza la búsqueda interior. La búsqueda exterior ya ha sido hecha, ahora parte hacia el interior. Ahora conoce la unidad, con este conocimiento uno realiza todo.

La felicidad no necesita explicación

Si tú eres feliz, eres feliz; nadie te pregunta por qué eres feliz. Sí, si tú eres desdichado, la pregunta es pertinente. Si tú eres desdichado, alguien te puede preguntar por qué eres desdichado, y la pregunta es adecuada, porque la infelicidad está en contra de la naturaleza, está sucediendo algo equivocado. Cuando eres feliz, nadie te pregunta por qué eres feliz, excepto algún neurótico. Este tipo de gente existe; no puedo negar la posibilidad.

He oído acerca de un paciente; el psiquiatra estaba aburrido de él. Por supuesto, estaba ganando dinero, pero se estaba aburriendo más y más; tres, cuatro, cinco años de psicoanálisis y este hombre volvía a repetir lo mismo una y otra vez. El psiquiatra dijo: ´Haga una cosa: vaya a las montañas por unos días. Eso le ayudará mucho’.

Así que el paciente partió para las montañas, y ¿sabes lo que te digo? Al día siguiente llegó un telegrama para el psiquiatra. El paciente decía en el telegrama: ´Me siento muy feliz, ¿por qué?´.

Me siento muy feliz, ¿por qué? Se necesita una explicación. No, la felicidad no necesita explicación, la felicidad es ella misma su propia explicación. Dios está creando porque ese es el único modo por el cual él puede ser feliz, es la única manera en la que él ama, en la única manera en la que él canta, es el único modo en el que él puede existir en absoluto. La creación es su naturaleza más íntima, no se necesita un por qué.

Ser feliz es simplemente ser natural

Cuando tú eres feliz eres ordinario, porque ser feliz es simplemente ser natural. Ser infeliz es volverse extraordinario. No hay nada especial en ser feliz: los árboles son felices, los pájaros son felices, los animales son felices, los niños son felices. ¿Qué hay de especial en todo ello? Es lo usual en la existencia. La existencia está hecha de la materia llamada felicidad. ¡Simplemente mira! ¿Puedes ver esos árboles?…son tan felices. ¿Puedes ver los pájaros cantando?...con tanta felicidad. La felicidad no tiene nada de especial. La felicidad es una cosa muy ordinaria. La infelicidad te hace especial. La infelicidad te hace más egoísta. Un hombre infeliz puede tener un ego más concentrado que un hombre feliz. Un hombre feliz no puede tener ego realmente, porque una persona puede volverse feliz solamente cuando no hay ego. Cuanto menos ego, más feliz; cuanto más feliz, menos ego. Te disuelves en la felicidad. Tú y la felicidad no podéis existir juntos; tú existes solamente cuando hay infelicidad. En la felicidad hay disolución.

El dinero no tiene nada que ver con la felicidad

No tengas mucha preocupación por el dinero, porque esa es la mayor distracción en contra de la felicidad. Y la ironía de las ironías es que la gente piensa que será feliz cuando tenga dinero. El dinero no tiene nada que ver con la felicidad. Si eres feliz y tienes dinero, lo puedes usar para la felicidad. Si tú eres infeliz y tienes dinero, lo utilizarás para crear más infelicidad. Porque el dinero es simplemente una fuerza neutral.

Recuerda: no estoy en contra del dinero. No me interpretes mal: no estoy en contra del dinero. No estoy en contra de nada. El dinero es un medio. Si tú eres feliz y tienes dinero, te volverás más feliz. Si tú eres infeliz y tienes dinero, te volverás más infeliz porque, ¿Qué vas a hacer con tu dinero? El dinero aumentará tu pauta, cualquiera que sea. Si tú eres infeliz y tienes poder, ¿qué harás con tu poder? Tú te intoxicarás más con tu poder, te volverás más infeliz.

Tu felicidad no puede ser anulada por la opinión de otros

Muchas veces la gente viene a mí para asegurarse. Preguntan, dicen: ´Me estoy sintiendo muy feliz y beatífico. ¿Qué me puedes decir?´ ¿Cuál es la necesidad de decir algo? La propia necesidad muestra que la felicidad no es real y es imaginaria.

Si tú te sientes feliz, te sientes feliz incluso si todo el mundo te contradice. Y si todo el mundo concuerda que no eres feliz, incluso entonces tampoco importa. Tu felicidad es real. No puede ser anulada por la opinión de nadie. Pero si tu felicidad no es real, puede ser anulada por cualquiera. Incluso un niño pequeño puede anularla. Tú estarás mirando hacia la gente continuamente. Tú sonreirás, tratando de mostrar que eres feliz de manera que ellos digan, ´Sí. Tú eres muy feliz. Tú te muestras muy feliz´.

Es imposible buscar la felicidad

Si la vida es un regalo, todo lo que pertenece a ella será un regalo. La felicidad, el amor, la meditación- todo lo que es bello será un regalo de lo sagrado, del todo. Tú no lo puedes merecer de ningún modo y no puedes forzar a la existencia para que te haga feliz, o para que te vuelva meditativo. Ese mismo esfuerzo es del ego. Ese mismo esfuerzo crea infelicidad. Ese mismo esfuerzo va en contra de ti. Ese mismo esfuerzo te destruye, es suicida.

Ir en busca de la felicidad es imposible. Nadie la ha encontrado nunca. Uno debe de esperar por ella. Y no se tiene derecho a ella en absoluto. Ningún tribunal de justicia puede forzarte a ser feliz o forzar la felicidad a estar contigo. Ninguna violencia del gobierno tiene la capacidad de hacerte feliz. Ningún poder puede hacerte feliz…

La idea misma de que tú puedes buscar la felicidad, que puedes merecerla, que la puedes solicitar, de que tienes el derecho de ser feliz, es estúpida. Nadie tiene el derecho de ser feliz. Tú puedes ser feliz, pero el derecho a serlo no existe. Y si tú piensas que es tu derecho seguirás perdiéndotela, porque desde el principio comenzaste a buscar en la dirección errónea.

¿Y¿Y por qué esto? Si la vida es un regalo, todo lo que pertenece a y es intrínseco a la vida será un regalo. Puedes esperar por ella, ser receptivo a ella, puedes permanecer en una disposición de ánimo de entrega, esperando, paciente, pero no puedes exigir y no puedes forzar.

La felicidad es un extremo, la tristeza es otro

La felicidad es un extremo, la tristeza es otro. La plenitud es un extremo, la infelicidad es otro. La vida consiste en ambas, y por ellas la vida es más rica. Una vida de plenitud solamente tendrá extensión, pero no tendrá profundidad. Una vida de solamente tristeza tendrá profundidad, pero no tendrá extensión.

Una vida de ambas, tristeza y plenitud es multidimensional; se mueve en todas las direcciones conjuntamente. Observa la estatua de Buda o alguna vez mírame a los ojos y encontrarás las dos juntas: plenitud, paz, y también tristeza. Encontrarás una plenitud que también contiene tristeza en ella, porque esa tristeza le da profundidad.

Observa la estatua de Buda: plena, pero todavía triste. La misma palabra triste da connotaciones erróneas, que algo está equivocado. Esta es tu interpretación.

A mi manera de ver, la vida en su totalidad es buena.

Siempre que sientes felicidad, ésta no viene de la mente

Siempre que sientes felicidad, ésta llega siempre de tu interior. Y la mente interfiere inmediatamente, toma el control y dice: ´Es a causa de mí´. Cuando estás enamorado, es como la muerte, te sientes dichoso. La mente entra inmediatamente y dice: ´Muy bien, este soy yo, esto es por mi causa’.

Siempre que meditas, habrá vislumbres. Y la mente entra y dice: ´¡Soy feliz! Mira, lo he logrado´. E inmediatamente se pierde el contacto.

Recuerda esto: con la mente serás siempre un perdedor. Incluso si eres victorioso, tus victorias serán simplemente derrotas. Con la mente no hay victoria, con la no- mente no hay derrota. Tienes que cambiar toda tu consciencia de la mente a la no- mente. Una vez que estás en la no- mente, todo es victorioso. Una vez que estás en la no mente, nada es erróneo, nada puede estar equivocado.

No alimentes deseo alguno de felicidad

Todos pedimos felicidad y lo que recibimos es infelicidad. Todos ponemos nuestros esfuerzos en tratar de ser felices pero cometemos un error fundamental: La felicidad no está relacionada con el esfuerzo, la felicidad está relacionada con el no preguntar por ella…

Experimenta un poco con esto. Durante estos días que estás aquí conmigo, no alimentes ningún deseo de felicidad, y entonces verás cómo tu corazón se llena de felicidad. No tengas ningún deseo de paz, y verás cómo el torbellino interior desaparece. No ruegues por el contentamiento y verás cómo este llueve sobre ti. Por favor prueba esto; solamente entonces entenderás.

Este es el experimento más profundo de la vida. Y de todas las cosas que han sido descubiertas en la vida, éste es el hallazgo más significativo de todos: No pidas paz si quieres estar tranquilo. Cualquier cosa que pidas se perderá. Cualquier cosa que no pidas, la obtendrás. Tú pediste muchas veces y te has dado cuenta que no las recibiste. Ahora prueba a no preguntar y observa. No es necesario creerme; es necesario experimentar.

¿Qué tiene de malo el ser feliz?

¿Qué tiene de malo el disfrutar de ti mismo? ¿Qué tiene de malo ser feliz? Si hay algo malo se deberá siempre a tu infelicidad, porque la persona infeliz crea ondas de infelicidad a su alrededor. ¡Se feliz!.

La tristeza es el único pecado

Todas las moralidades están realmente en contra de la felicidad. Alguien es feliz y tú sientes que algo ha ido mal. Cuando alguien está triste, todo va bien. Vivimos en una sociedad neurótica donde todo el mundo está triste. Cuando estás triste, todos están felices porque así pueden simpatizar contigo. Cuando eres feliz, todo el mundo se queda perplejo. ¿Qué hacer contigo? Cuando alguien simpatice contigo, observa su rostro; un brillo sutil aparece en el rostro. El está feliz simpatizando. Si tú eres feliz, entonces esto no es posible. Tu felicidad crea tristeza en otros; tu infelicidad crea felicidad. ¡Esto es neurosis! Los mismos fundamentos parecen estar desquiciados.

El Tantra dice, sé real, sé autentico contigo mismo. Tu felicidad no es algo malo; es buena. ¡No es un pecado! Solamente la tristeza es pecado, solamente ser infeliz es pecado. El ser feliz es una virtud porque una persona feliz no creará infelicidad para los otros. Solamente una persona feliz puede ser motivo para la felicidad de otros.

La libertad trae felicidad

Es mi observación que todos los corazones humanos son similares y que su deseo fundamental es también el mismo. El alma desea felicidad, perfecta y pura felicidad, porque solamente entonces desaparecerán todos los deseos. Mientras el deseo exista, la infelicidad existirá, porque con el deseo no puede haber paz.

La ausencia total de deseo causa felicidad. Este también trae libertad y liberación, porque siempre que algo hace falta, hay tanto límites como dependencia. Solamente cuando no falta nada en absoluto hay posibilidad de libertad total. La libertad trae la felicidad. Y la felicidad es salvación.

El deseo de felicidad total y de libertad suprema permanece inactivo en cada uno de nosotros. Está en la forma de una semilla. Es como una semilla que contiene a un árbol en su interior. Del mismo modo, la realización del deseo humano supremo se oculta en su propia naturaleza. En su perfecto estado de desarrollo, el ser feliz, el ser libre es nuestra naturaleza. Nuestra naturaleza real es la única cosa que es verdadera, y solamente perfeccionándola puede causar satisfacción completa.

El fruto es creado en tu interior

Propaga la compasión por todas partes. Observa a tu alrededor: la gente es tan infeliz… no aumentes su infelicidad. Tu compasión reducirá su infelicidad; simplemente una palabra de compasión reducirá su infelicidad. No aumentes su infelicidad.

Estáis aumentando vuestra infelicidad de unos a otros; os ayudáis el uno al otro a ser más infelices. Cada ser humano individual tiene mucha gente detrás haciéndole infeliz. Si se comprende la compasión, entonces cambiarás todos los modos por los cuales causas infelicidad en los otros. Y si tú puedes traer la felicidad a la vida de alguien, encontrarás el modo de hacerlo.

Recuerda esto: aquél que trae infelicidad a los otros finalmente el mismo se vuelve infeliz, y aquél que trae la felicidad a los otros logra el colmo de la felicidad. Es por eso que estoy diciendo que alguien que trata de dar felicidad desarrolla el centro de la felicidad dentro de sí mismo, y aquél que trata de traer la infelicidad a los otros desarrolla el centro de infelicidad dentro de sí mismo. El fruto no procede de afuera, el fruto se crea dentro de ti. En cualquier cosa que tú hagas, desarrollarás la receptividad para ello dentro de ti. Si alguien desea amor tendrá que dar su amor. Si alguien desea plenitud tendría que comenzar por compartir su plenitud. Si alguien quiere que las flores lluevan en su hogar, tendrá que llenar de flores los hogares de los demás. No hay otro modo. La compasión por tanto es una emoción que cada persona tiene que desarrollar para poder entrar en meditación.


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