La iluminación espiritual

La Matrix la verdadera

POR: MAURICIO AMAYA

Imagen; La Matrix la verdadera; Mauricio Amaya

LA MATRIX

EL SERIADO

Mátrix es una trilogía de películas de ciencia ficción escritas y dirigidas por los Hermanos Wachowski y protagonizadas por Keanu Reeves, Laurence Fishburne, Carrie-Anne Moss y Hugo Weaving. Consta de The Mátrix, The Mátrix Reloaded y The Mátrix Revolutions; las dos últimas fueron rodadas a la vez pero estrenadas con un tiempo de diferencia aprovechando el éxito de la primera. Adicionalmente, la serie de cortometrajes Animatrix muestra material extra, sirviendo a la vez de enlace entre la primera y las otras dos películas, y de trasfondo para la trilogía, explicando por ejemplo el origen y el desarrollo de la guerra entre la humanidad y sus creaciones.

¿Quién no vio la película Mátrix y lo dejó pensando un poco? Indudablemente la primera de la serie es la más significativa y que nos trae, en la definición del sistema imperante manifestado por un "vacío" espiritual reforzado por miles de preguntas, siempre sin respuestas del protagonista. Hay "algo" que "no funciona" para aquellos que se han alejado del conformismo imperante dentro de una cotidianidad sin sentido muy cercana a "la felicidad" que se podría truncar si se llegara a cuestionar el concepto de vida existente.

Pronto, nuestro "héroe", ayudado por un grupo de "rebeldes" que han logrado escapar al régimen existente, logran rescatarlo para explicarle, ofreciéndole la disyuntiva de si "se quiere quedar" o "salir" a un mundo de dificultades con la zanahoria de conocer la verdad (¿sería la disyuntiva de Eva que se convirtió en "pecado original" al aceptar la oferta?).

Nuestro héroe, el "escogido", apoyado por una tecnología de efectos especiales tan parecida a la que dice combatir, al final se convierte, también, en un seriado de ceros y unos que es capaz de romper las leyes de la naturaleza, volar como cualquier arcángel, demonio revolucionario contra las órdenes de un Dios, tan parecido al que ahora le rendimos tanta sumisión y adoración.

Es un mudo de fantasía, irreal, el que ese Dios en contra del que se revela nuestro héroe y demás arcángeles rebeldes menores, ha creado. Los cuerpos y las mentes están sujetos irremisiblemente a unas máquinas que necesitan de su esencia humana para supervivir. Se aprovechan de su sangre y energía humana para alimentar la enorme maquinaria que, de todas maneras, pareciera tener sus errores de diseño y funcionamiento.

La realidad siempre supera la fantasía

Existe, también, un aparato represivo compuesto de seres un tanto más evolucionados que cumplen la función de reprimir toda rebeldía en el planeta destruido por los humanos.

EL MÁTRIX REAL

Pues el tema es real y contundente sin tan altos ingredientes de tecnología, sin la falsa majestad de las máquinas y sin la existencia de un solo Dios Verdadero que maneje, él solo, todo.

El mundo de la humanidad actual es absolutamente irreal. Es una fantasía creada por los humanos que aún manejamos las máquinas para someter a las mentes, las conciencias, la inteligencia de nuestra especie.

Es un régimen, una trama muy evolucionada en que la voluntad humana ya poca capacidad tiene de modificarla y de la que disfrutan un grupo muy pequeño de nuestros congéneres para su deleite y sustento interminable de sus beneficios a costa de las inmensas mayorías, que como en el seriado, se alimenta de su sangre y energía para mantenerlo.

No es una persona, no es un Dios que solo es un elemento para sostenerlo, no es un grupo de personas muy poderosas ni de países, no es una mafia malintencionada de seres humanos que manejan y someten a los demás.

Es un sistema, un régimen, una trama que se autoalimenta, que evoluciona con el correr de las circunstancias que, en cierta medida, maneja ciertos elementos claves que orientan la dirección hacia lo que él mismo ha creado y quiere que se continúe indefinidamente.

Crea sus valores y principios, todos siempre falsos o que, teniendo una potencial valía intrínseca, es utilizado para someter para la continuidad del sistema. Entre ellos, palabrejas como "libertad", "democracia", "libre albedrío", "amor", son complementadas con las amenazas de quien no las cumpla a la manera que se necesitan. Aparecen los "demonios", los "pecados", la "desobediencia" y hasta la pobre Eva con su "pecado original" que hace que aceptemos voluntariamente el trabajo como una "maldición" por el mal pecado de la rebeldía.

Indudablemente el poder económico y quienes lo tienen, ponen las condiciones y manejan toda esta amalgama cultural mediante las comunicaciones en sus manos para acabar de moldear las mentes y hacer creer que las cosas que han ocurrido nunca han ocurrido o que ocurrieron a la manera que el régimen dice, situación que en nada discrepa de lo presentado en la famosa película.

Y, también, como si no hiciera falta, existen los hombres bien dotados encargados de imponer la disciplina. Cualquier similitud entre ellos, todos iguales, con los "policías" de la trilogía, son pura coincidencia. Pero, en este mundo imperfecto, hay que procurar que las armas sean letales si son pueblos los que se sublevan en contra del "statu quo" y para eso se hacen en serie de bombas que en su capacidad actual pueden destruir todo el planeta unas veinte mil veces.

Medios de comunicación (prensa, radio, tv, internet), películas, iglesias, curas, políticos, imágenes por doquier, invitando a vivir en el paraíso en el que, así usted esté jodido del todo, cree o le cran la esperanza de algún día, que nunca llega, pueda disfrutarlo.

MUERTE DE MÁTRIX

Muy al estilo americano de héroes que nos salvan debido a nuestra general incapacidad para afrontar nuestros problemas, la solución no podía ser diferente:

Cualquiera pudo haber sido el "héroe", todos hacen parte del Mátrix cultural en que vivimos.

Neo, que por designación ha heredado poderes especiales y en representación de un grupo de rebeldes con causa en contra de un sistema muy "malo", destruye al "enemigo" con golpes de karate rápidamente aprendidos, muy americano, sonrisa americana y enemigos generalmente malos y no americanos y, cosa rara, termina volando por los aires con gafas Ray Ban (o Arnette, Prada, Oakley, Dolce Gabanna, Vogue, Dior, Gucci, Carrera) último modelo o, mejor aún, modelo "Mátrix".

Sus golpes terminan siendo contundentes allende los enfrentamientos, pantomimas resueltas en otros planos en donde se logran los acuerdos para que las cosas cambien, seguramente para que sigan iguales…. Faltaría ver la IV a ver si, al menos en la imaginación del libretista, la humanidad pueda darse cuenta de su realidad y asuma la responsabilidad de sobre ponerse. Pero no creo dentro de una mente americana en que ello sería económicamente inviable y en contra del Mátrix real y existente.

El sistema, el modelo, el régimen hace ahora agua por todos lados. La economía, las sociedades, la naturaleza cae en retazos, ya no lentamente y todo pareciera no resistir. Quizás somos excesivos, los humanos, creo estamos haciendo las cosas mal, creo que no respetamos porque no amamos a nuestra nave sideral ni a nuestro prójimo, humano o no.

Pero, cuando uno mira los grupos alternativos que en sus inmensas mayorías no hacen lo que pregonan, pareciera vedada una salida humanamente viable para un planeta que va inexorablemente a la ruina peor que en las imágenes de la película. Si acaso, sería salir de una para meterse en otra igual o peor aunque, dados los síntomas del régimen imperante hacia un apocalipsis tantas veces anunciado, cualquier cosa que cambie el rumbo pareciera aconsejable.


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