La iluminación espiritual

La luz y la mente para hallar el camino del amor

LA MENTE ES ES EL GUERRERO

Usa la mente en contra de la programación cultural.

La mente es un medio perfecto para mantenerte independiente, para mantenerte alerta. Es un buen luchador, pero no es un amante. Así cuando hay necesidad de pelear, cuando hay necesidad de defender tu libertad, usa la mente, el amor no será de ningún uso. El amor no sabe la manera de pelear.

El contexto es totalmente diferente, yo llamo a este hombre consciente. El que puede usar sus capacidades en el buen contexto y no se confunde. Los ojos son para ver ― tu no puedes oír por ellos. Los oídos son para oír ― no puedes ver por ellos. Utilízalos cuando los necesites, no permitas que ellos se metan en el camino del otro.

La mente es un instrumento bonito. Tiene que ser afilada, pero recuerda sus limitaciones. Debe permanecer como un sirviente del amor. En el momento en que la mente se convierta en el maestro, el amor simplemente se muere. En esclavitud, el amor no puede existir.

Así no hay contradicción con lo que he dicho, solo dos contextos diferentes. Tú conciencia es diferente de los dos, así una persona consciente puede usar su amor cuando lo necesite, puede usar su mente cuando la necesite, puede poner las dos en silencio cuando quiera estar en estado absoluto de nirvana, cuando no es necesaria la mente o el amor.

Si tú eres el maestro de tus instrumentos, no hay problema.

Si tienes una flauta y te pregunto Puedes parar de tocar por algún momento ― Quiero hablarte y tú dices, No lo puedo hacer; la flauta no para, ¿Qué se pensará sobre ti? Que eres insano. ¿La flauta no para? Entonces tú no estás tocando la flauta, la flauta te está tocando a ti. Cuando tu quieres parar la mente, tu solo dices, PARA ― tiene que parar. Si se mueve aunque sea solo un poco, significa algo debe hacerse urgentemente. Esto es peligroso: el sirviente está tratando de ser el maestro. El sirviente debe permanecer sirviente y el maestro debe ser el maestro. Más allá de los dos está tu ser que no es el sirviente ni el maestro, simplemente es. Es -La Esencia Natural- es la meta de todas las meditaciones.

EL GUERRERO DEL AMOR

El más grande de los guerreros no tiene nada que ver con la guerra.

No tiene nada que ver con luchar con otros. Tiene algo que ver con algo dentro de sí mismo. Y a pesar de que trae la victoria, no es una lucha, no es una guerra, no es un conflicto. Pero hay que ser guerreros porque uno tiene que estar muy alerta, como un guerrero.

Hay que ser muy observador, muy meditativo, porque uno se está adentrando en la zona más oscura de la existencia…. Al final hay luz, luz infinita, pero primero uno tiene que pasar a través de una gran noche del alma. Hay todo tipo de trampas, muchas posibilidades de extraviarte y hay todo tipo de enemigos internos. No hay que matarlos o destruirlos; tienen que ser transformados, tienen que ser convertidos en amigos. La rabia tiene que ser transformada en compasión, el deseo en amor, y así con todo. Por eso no es una guerra, pero sin duda uno necesita ser un guerrero.

De este modo es como, en Japón, surgió de la meditación todo el mundo del samurái, del guerrero, y así es como todos los tipos de artes marciales se convirtieron en caminos hacia la paz interior. La esgrima se convirtió en una de las prácticas más meditativas de Japón. Uno tiene que estar muy alerta porque…, un solo momento de inconsciencia y acaban contigo.

El verdadero luchador de esgrima se vuelve tan alerta que antes de que otra persona le vaya a atacar, él lo sabe. Antes de que el pensamiento de ataque ni siquiera se haya cruzado por la mente del otro, él se ha preparado. Está listo. Su observación se vuelve tan profunda que comienza a leer el pensamiento del otro. Se dice que si dos verdaderos samuráis luchan no puede ganar nadie. La lucha puede continuar pero nadie puede vencer porque ambos estarán leyendo la mente del otro. Y antes de que puedas atacar, el otro está listo para defenderse.

La esgrima se convirtió en uno de los grandes focos de iluminación. Parece raro, pero Japón ha hecho muchas cosas realmente extrañas. Desde beber té hasta la esgrima, todo ha sido convertido en meditación. De hecho la vida entera puede ser transformada en meditación, porque la meditación simplemente significa estar más consciente.

Por eso ve hacia dentro y sé más consciente. Un día la victoria será tuya, puedes tener la absoluta seguridad. Solo tienes que cumplir con este requisito: tienes que ser totalmente consciente.

LA LUZ Y EL AMOR

Con la luz te vuelves inmortal, pero todavía percibes.

Percibes que has penetrado en la inmortalidad. Pero al entrar en Eso, en el ser, no percibes ni tan siquiera la inmortalidad. La vida y la muerte carecen ahora de sentido, solo existe el ser. Tú eres, sin condiciones. Esa condición de ser es lo Supremo para la religión.

La luz es el campo, la mente está alrededor del campo y nosotros estamos alrededor de la mente, vivimos fuera de la mente. Por eso uno ha de entrar en la mente, luego en la luz y luego en el amor. No obstante nos mantenemos vagando alrededor, fuera de la mente. Este estado de estar siempre fuera de casa se ha vuelto un hábito fijo. Nos hemos olvidado de que vivimos en la terraza. Es cómodo, la terraza es un sitio cómodo para estar afuera. Por eso es por lo que nos hemos quedado ahí: es cómodo. Podemos desplazarnos por el exterior siempre y, puesto que nuestros deseos y nuestra mente están siempre en el exterior, vivimos en la terraza. De modo que en cualquier momento, a cualquier oportunidad de irnos, nos vamos. Hemos olvidado el que hay un hogar y que este salir afuera es convertirse en un mendigo. Entrar en la casa significa que has de girar la vista ciento ochenta grados y que has de utilizar tus ojos de una nueva manera, y que tendrás que atravesar una noche oscura. Tan solo debido a un hábito fijo.

La luz es en realidad el puente entre EL amor y el mundo. Lo Divino crea al mundo al crear la luz. La luz es la primera creación, y luego la luz se condensa y sobreviene la materia; luego la luz crece; digo que la luz crece, y luego aparece la vida; entonces la vida crece y aparece el amor.

Luz, vida, amor, esas son las tres capas. No te quedes en la segunda. O retrocede a las raíces o asciende hasta la semilla otra vez, a las flores. Desciende hasta la luz o asciende hasta las flores. Y hay dos caminos. Uno es el camino del conocimiento. Conocimiento significa hallar la luz. Con Gyana Yoga el verdadero secreto que se oculta es éste: ir hasta la luz. Y luego está el Bakti Yoga, el camino de la devoción, que significa ascender hasta el amor.

EL AMOR ES LUZ

Estoy completamente lleno de amor y aún así, lleno de miedo.

Entrégate con toda tu energía a el amor, y el miedo desaparecerá. No hagas caso del miedo, no prestes ninguna atención al miedo, porque cuanta más atención le prestes, más perdurará. Viértete totalmente en la dirección de donde está surgiendo el amor, y el miedo desaparecerá así como desaparece la oscuridad cuando traes luz.

El amor es luz. Y la alegría es el principio de un gran peregrinaje que termina en el encuentro con la Divinidad. Así que continúa, sin ningún miedo, porque la existencia protege siempre a los que confían en ella. Relájate, entrégate a la existencia y permite que el amor te abrume. Deja que se convierta en tus alas, de modo que puedas alcanzar las estrellas.

Un corazón amoroso está muy cerca de las estrellas.


Podemos aprender a usar la luz y la mente para hallar el camino del amor. Es simple, primero uno ha de entrar en la mente, luego en la luz y luego en lo Divino.

Osho