La iluminación espiritual

La espiritualidad en colores

POR: OSHO

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LOS COLORES Y EL TERCER CUERPO

El color del silencio.

Siempre que veas algo azul: el azul del cielo, el azul del río, siéntate en silencio y mira el azul. Y sentirás una profunda armonía con él. Un gran silencio descenderá en ti siempre que medites en el color azul. El azul es uno de los colores más espirituales, porque es el color del silencio, de la quietud... es el color de la tranquilidad... del descanso... de la relajación. De manera que, cuando quiera que estés realmente relajado... sentirás repentinamente dentro de ti una luminosidad azul. Y si puedes sentir una luminosidad azul, te sentirás relajado de inmediato. Resulta de ambas maneras.

Si llegas a entender las vibraciones del tercer cuerpo empezarás a tener una experiencia única. Entonces, solo con verla, serás capaz de saber qué clase de vibraciones rodean a una persona. Como no eres consciente de tus propias vibraciones es imposible que reconozcas las de otra persona; las vibraciones que emanan del tercer cuerpo se concentran alrededor de la cabeza. El halo que pintan en los dibujos de Buda, Mahavira, Rama y Krishna es el aura que se ve alrededor de sus cabezas. Se ha descubierto que tienen colores determinados. Si tienes la experiencia correcta del tercer cuerpo empezarás a detectar estos colores. Cuando empieces a detectarlos, no solo verás los tuyos, sino también los de los demás.

De hecho, cuanto más profundamente empecemos a vernos, más profundamente empezaremos a ver a los demás..., en la misma proporción. Cuando lleguemos a conocer nuestro cuerpo etéreo empezaremos a ser conscientes de los cuerpos etéreos de los demás.

Cuando estás a punto de enfadarte, te das cuenta de antemano de lo que te va a suceder. Antes de que expreses amor se puede predecir perfectamente que estás haciendo preparativos para el amor. Conocer los sentimientos de los demás, después de todo, no es un hecho tan insólito. Si te haces consciente de tu propio cuerpo emocional será fácil captar los sentimientos de los demás, porque empezamos a ver todas las variaciones que hay. Cuando nos despertamos al tercer plano todo se vuelve muy sencillo, porque entonces podemos ver también los colores de la personalidad.

Los colores de la ropa de los sadhus y los sannyasins se escogieron por el color que se veía desde el tercer cuerpo. La elección era diferente en cada caso según en qué cuerpo se estaba poniendo énfasis. Por ejemplo, Buda escogió el amarillo porque hacía énfasis en el séptimo cuerpo. El aura de una persona que ha alcanzado el séptimo plano es amarilla; por tanto, Buda escogió el amarillo para sus bikkhus. Por culpa de este color, los bikkhus budistas tuvieron dificultades para quedarse en India. El amarillo se identifica con la muerte. Y de hecho, es el color de la muerte, porque el séptimo plano es el plano de la muerte definitiva. De modo que en nuestro ser más profundo el amarillo está asociado con la muerte.

El color naranja nos da una sensación de vida. Por eso, los sannyasins vestidos de naranja eran más atractivos que los que estaban vestidos de amarillo, parecían estar vivos. Este color es el color de la sangre, el color del aura del sexto cuerpo: es el color del sol naciente. Los jainistas escogieron el blanco, que es el color del quinto cuerpo, el cuerpo espiritual. Los jainistas insistían en dejar en paz a Dios, en apartar de la polémica a Dios y el nirvana, porque las discusiones científicas solo son posibles hasta el quinto cuerpo. Mahavira fue un hombre de mente científica. Por eso, solo hablaba acerca de temas que se pudieran resolver matemáticamente; aparte de eso, se negaba a hablar. No deseaba hablar mientras sus palabras estuviesen expuestas a errores, y se negó a desarrollar un misticismo. Mahavira decía que no se podía hablar sobre esto; era mejor practicarlo y experimentarlo. Por eso no habló de los planos que están más allá del quinto. Mahavira escogió el blanco por eso, porque es el color del quinto plano.

Desde el tercer plano empezarás a ver colores que son consecuencia de las vibraciones sutiles que hay en nuestro interior. En un futuro próximo los podremos fotografiar. Si se pueden ver con el ojo humano, dentro de poco no escaparán al objetivo de la cámara. Entonces, desarrollaremos una magnífica habilidad para valorar a las personas y su carácter. Hay un pensador alemán que se llama Luschev, que ha estudiado el efecto del color sobre millones de personas. Hay muchos hospitales en Europa y en América que están utilizando sus experimentos. El color que eliges revela muchas cosas de tu personalidad. Un hombre que tiene una enfermedad determinada prefiere un color determinado; una persona sana escoge un color totalmente distinto; una persona tranquila prefiere otro color; una persona ambiciosa escoge un color muy diferente al de una persona no ambiciosa. Con tu elección das una pista sobre lo que está ocurriendo en tu tercer cuerpo. Es un hecho curioso que si se capta el color que emana de tu tercer cuerpo, y si se compara con tu color preferido, resultará que son el mismo; escogerás un color parecido al que emana de tu tercer cuerpo.

Los colores tienen significados y usos maravillosos. Antes no se sabía que los colores eran tan significativos, ni que podían hablar de tu personalidad incluso externamente. Tampoco se sabía que el efecto de los colores puede alcanzar tu personalidad interna. No te puedes escapar. Por ejemplo, el color rojo siempre está conectado con la revolución. Es el color de la rabia y es difícil evitarlo. Por eso, los revolucionarios llevaban banderas rojas. Alrededor de una mente colérica hay un aura de color rojo. Es el color de la sangre, de la muerte, de la rabia y la destrucción.

Es muy curioso: si todas las cosas de la habitación fuesen rojas, aumentaría la presión de la sangre de todos los que estáis ahí sentados. Si una persona vive continuamente rodeada de rojo, su presión sanguínea nunca será normal. El color azul hace que descienda la presión de la sangre; es el color del cielo y de la tranquilidad suprema. Si estás rodeado de azul, descenderá la presión de tu sangre.

Dejando a un lado al hombre, si llenas de agua una botella azul y la dejas al sol, la composición química del agua cambiará. El agua absorbe el color azul y éste modifica su composición. Esta agua tiene un efecto determinado en la presión sanguínea del hombre. De un modo similar, si llenamos de agua una botella amarilla y la ponemos al sol, sus características cambiarán. El agua de la botella azul seguirá estando fresca durante días, mientras que la de la botella amarilla se pudrirá enseguida. El amarillo es el color de la muerte y desintegra las cosas.

Empezarás a ver círculos de colores a tu alrededor. Esto sucede en el tercer plano. Cuando eres consciente de estos tres cuerpos, esa misma conciencia originará una armonía entre ellos. Entonces, ningún tipo de shaktipat podrá ser perjudicial. La energía de shaktipat entrará en tu cuarto cuerpo a través de los niveles armoniosos de los tres primeros cuerpos; esta será la autopista por la que viajará. Si el camino no está listo habrá muchos peligros. Por eso he dicho que los tres primeros planos tienen que estar fuertes y en forma, solo así podrá haber un desarrollo suave.


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