alberto cortez
Era el callejero de las cosas bellas y se fue con ellas cuando se marchó; se bebió de golpe todas las estrellas, se quedó dormido y ya no despertó.
alberto cortez
A mis amigos les adeudo la paciencia de tolerarme mis espinas más agudas, los arrebatos del humor, la negligencia, las vanidades, los temores y las dudas.