11 - No tengo esperanzas ni expectativas y hasta la cosa mas vieja y desgastada la miro con ojos frescos, como si fuera nueva.
12 - Ni la fortuna ni la adversidad me perturban cuando se plantan ante mi, porque las considero con una visión ecuánime, como considero uno de mis brazos igual al otro.
13 - Jamás pienso que soy este cuervo, aunque permanezco ocupado en las tareas propias de mi condición animal, porque se que esta apariencia objetiva es ilusoria y la vivo como si fuera un largo sueño.
14 - Mi mente no se siente satisfecha por haber conseguido algo ni se deprime cuando siente algo desagradable: esa es la causa de mi estado saludable y dichoso.
15 - Sin calcular lo que es o lo que no es, lo deseable o lo indeseable, permanezco en el ser y soy feliz, sano, libre de toda angustia y de toda preocupación.
16 - Disfruto con los que son felices y sufro con los que sufren, porque soy amigo de todos y se que no pertenezco a nadie ni nadie me pertenece a mi.
17 - Nada de lo que hago esta manchado por el deseo o por el lodo del sentimiento del ego, no me sube a la cabeza el poder ni me humilla la pobreza.
18 - No me preocupa la idea de la vejez o de la muerte, ni la obtención de la felicidad, ni pienso en unas cosas como mías y en otras como no mías.
19 - Asumo la suprema renunciación, habiendo renunciado incluso al deseo de vivir y en consecuencia mi mente permanece equilibrada y apacible sin alimentar expectativas de ningún tipo.