11 - El corazón de la ciencia no es un modelo matemático, es la honestidad intelectual.

12 - Las mentiras de los débiles nos vuelven insensibles al sufrimiento de los demás.

13 - Debemos trascender las presiones de la evolución a través de la razón.

14 - Cuando decimos la verdad, no tenemos nada a lo que seguir el rastro.

15 - Mentir es infringir la libertad de aquellos a los que amamos.

16 - La razón no es nada menos que la guardiana del amor.

17 - Aceptar mantener un secreto es asumir una carga.

18 - Uno de los principales problemas del mentiroso es que debe seguir el rastro de sus mentiras.

19 - Toda mentira nos persigue en el futuro.

20 - Mentir es confundir intencionadamente a los demás cuando esperan recibir una comunicación honesta.

21 - Las mentiras son la savia de las adicciones.

22 - Podemos decidir. Tenemos dos opciones como seres humanos. Podemos decidir entre la conversación y la guerra. Eso es todo. Conversación y violencia. Y la fe es un tapón de conversaciones.

23 - Pero cuando se nos pide una opinión, no hacemos ningún favor a nuestros amigos fingiendo no apreciar defectos en su trabajo, en especial cuando quienes no son sus amigos están obligados a reparar en esos mismos defectos.

24 - El enemigo en jefe de la conversación abierta es el dogmatismo en todas sus formas.

25 - Sostengo que la ciencia puede, en principio, ayudarnos a entender que debemos hacer y que debemos querer, y por lo tanto, lo que otras personas deben hacer y deber querer para vivir la mejor vida posible.

26 - Sabemos lo suficiente en este momento para decir que el Dios de Abraham no solo es indigno de la inmensidad de la creación; es indigno incluso del hombre.

27 - Donde tenemos razones para lo que creemos, no necesitamos la fe; donde no tenemos razones, hemos perdido nuestra conexión con el mundo y unos con otros.

28 - Las mentiras de los teóricos de la conspiración suscitan dudas sobre la honradez de quienes denuncian injusticias, aun cuando estén diciendo la verdad.

29 - Es hora de admitir que la fe no es mas que la licencia que la gente religiosa se da una a otra para seguir creyendo cuando la razón falla.