11 - Sé por fin quiénes son mis verdaderos amigos y sobre todo, amigas y descubro lo delicioso de saber decir ‘No’ cuando es preciso.
12 - Mirando a los hombres de mi edad, comprendí que las mujeres no envejecemos solas.
13 - Conozco a los hombres de 55 a 60 años, nada envidiables: Barriga naciente y a menudo más que naciente, calvicie aparente, gorditos en la cintura, potencia sexual bastante afectada, andropausia y compañía.
14 - La cultura, siempre más benévola con los hombres que con las mujeres, nos quiere hacer creer que envejecemos solas.
15 - Mis amigos varones me acompañan en esto y no siempre lo viven bien a pesar de una mirada más generosa sobre sus canas y marcadas arrugas en la esquina de su mirada.
16 - Las mujeres, en general, envejecemos mejor que los hombres.
17 - Amo mis arrugas. Arrugas me seguirán acompañando. Borrarlas, negarlas, sería algo así como una traición a lo que soy hoy día.
18 - Amo mis arrugas. Ahí están ellas, grabadas en mi piel y les prometo que seguirán ahí.
19 - Amo mis arrugas. Definitivamente quiero a mis arrugas y con ellas, la edad que tengo.