La iluminación espiritual

Frases Thomas Merton

Citas Thomas Merton


En la vida espiritual no hay trucos ni atajos.

¿Quien tiene menos que comunicar que el hombre-masa?

La felicidad no es una cuestión de intensidad, sino de equilibrio, orden, ritmo y armonía.

Es sobre todo en nuestro trabajo donde se dan las oportunidades mas obvias y tangibles para el desarrollo personal.

Solo queda en silencio en la presencia de Dios, escuchando a el, estar atento a el, requiere de mucha valentía y saber hacer.

Aferrarse a la voluntad y la verdad de Dios.

El miedo es la raíz de todas las guerras. No tanto el miedo que los seres humanos se tienen unos a otros cuanto el miedo que tienen a todo.

En la meditación hay una gran necesidad de disciplina.

Nunca podre hallarme a mi mismo si me aisló del resto de la humanidad como si fuera un ser de otra clase.

Si te contentas en perderte, te encontraras sin saberlo, precisamente porque te has extraviado, porque estas, en definitiva, en ninguna parte.

¿Cual es el bien de la religión sin dirección personal espiritual?

Oh, vete a casa, hermano, vete a casa. El diablo regresa otra vez, y un infierno alucinante se traga moscas.

El mero hecho de vivir en medio de otras personas no garantiza que vivamos en comunión con ellas, ni siquiera que nos comuniquemos con ellas.

No estamos en paz con los demás, porque no estamos en paz con nosotros mismos, y no estamos en paz con nosotros mismos, porque no estamos en paz con Dios.

Los hombres no tienen idea de lo que puede hacer un santo: la santidad es mas fuerte que todo el infierno.

La ciencia es conocimiento publico, no privado.

La nacionalidad de uno tiene sentido a la luz de la eternidad.

La soledad es una madre severa que no tolera tonterías.

Las almas son como los atletas, que necesitan competidores dignos de ellas si tienen que ser probadas, agrandadas y empujadas al pleno uso de sus facultades y premiadas según su capacidad.

Es necesario volver al rostro original.

Se bueno, mantener los pies secos, los ojos abiertos, el corazón en paz y tu alma en la alegría de Cristo.

Nadie puede decirme que hacer ahora, tengo que intentar averiguarlo por mi mismo.

La contemplación es la convergencia de la vida, el conocimiento, la libertad y el amor.

Dios se revela en medio del conflicto y la contradicción.

El constante clamor de palabras vacías y ruidos de maquinas, el continuo zumbido de los altavoces, termina por hacer casi imposible la verdadera comunicación y la verdadera comunión.

No hay otra verdadera soledad que la soledad interior.

Soy un sacerdote con el mundo entero como parroquia.

La muerte es alguien que ve muy claramente con los ojos en el centro de su corazón: ojos que no ven al reaccionar a la luz, pero al reaccionar a una especie de frio dentro de la medula de su propia vida.

Esta cerca el día en que seré capaz de vivir sin palabras.

Pensamientos de amor y perdón avivan y vigorizan todo el poder de la luz.

El principio del amor es dejar que aquellos que amamos sea perfectamente a si mismos, y no a torcer para que se ajusten a nuestra propia imagen. Si no nos gusta mas que el reflejo de nosotros mismos que encontramos en ellos.

Es la obra de Jesús la que resplandece en la vida de los santos.

Si se hacen categorías, si se piensa demasiado, nuestra propia conciencia queda encerrada en los limites de nuestro pensamiento.

Con la soledad no se juega.

El amor es nuestro verdadero destino. No encontramos el sentido de la vida por nosotros mismos - nos encontramos con otro.

El arte nos permite encontrarnos y perdernos al mismo tiempo.

El monasterio es una escuela. Una escuela en la que aprendemos de Dios a ser felices. Nuestra felicidad consiste en compartir la felicidad de Dios, la perfección de Su ilimitada libertad, la perfección de Su amor.

Importancia absoluta de obedecer a Dios.

Todavía estoy vivo, pero ¿A quien pertenece esta vida que yace aquí, a quien esta música inédita que resuena?

Comprobé lo sencillo que es encontrar a Dios en la soledad.

La paz exige el trabajo mas heroica y la mas difícil de sacrificio. Exige una mayor heroísmo que la guerra. Exige una mayor fidelidad a la verdad y una pureza mucho mas perfecta de la conciencia.

Allí donde el egoísmo es la atadura, se disuelve la amistad cuando la calamidad llega.

El amor es nuestro verdadero destino. No encontramos el sentido de la vida por nuestra cuenta - lo encontramos junto a alguien.

Tiene que haber dureza y rigor en la vida eremítica.

No podemos conocer todas las mociones de la gracia de Cristo.

La vida es un don del que estoy contento.

Nos tropezamos y caemos constantemente, incluso cuando estamos mas iluminados. Pero cuando estamos en la verdadera oscuridad espiritual, que ni siquiera sabemos que hemos caído.

Adorarnos a nosotros mismos es no adorar nada. Y la adoración de la nada es el infierno.

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