La iluminación espiritual

Frases Seneca

Citas Seneca


Toda la armonía total de este mundo esta formada de discordancias.

Proporcionalmente al número de los admiradores crece el de los envidiosos.

La buena conciencia admite testigos; la malvada se agita y se conturba aun en la soledad.

¿Preguntas que es la libertad? No ser esclavo de nada, de ninguna necesidad, de ningún accidente y conservar la fortuna al alcance de la mano.

El hombre es un animal racional.

Solo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo.

No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.

Nunca fue fácil el aprendizaje de la virtud.

El hombre mas poderoso es el que es dueño de si mismo.

El mejor limite para el dinero es el que no permite caer en la pobreza ni alejarse mucho de ella.

Vencer sin peligro es ganar sin gloria.

La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo.

La conversación es la expresión de nuestro modo de pensar.

Un hombre sin pasiones esta tan cerca de la estupidez que solo le falta abrir la boca para caer en ella.

¿Que importa saber lo que es una recta si no se sabe lo que es la rectitud?

Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad.

En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De estos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto.

Cuanto mayor es la prosperidad tanto menor se debe confiar en ella.

La ira: un acido que puede hacer mas daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.

Jamás se descubriría nada si nos considerásemos satisfechos con las cosas descubiertas.

No hay, en mi dictamen, hombre que aprecie mas la virtud y la siga con mas gusto, que el que por no hacer traición a su conciencia, ha perdido la reputación de hombre de bien.

Para saber algo, no basta con haberlo aprendido.

El lenguaje de la verdad debe ser, sin duda alguna, simple y sin artificios.

El favor consiste no en lo que se hace o se da, sino en el animo con que se da o se hace.

La adversidad es ocasión de virtud.

Ningún descubrimiento se haría ya si nos contentásemos con lo que sabemos.

No recibimos una vida corta, sino que nosotros la acortamos. No somos de ella indigentes, sino manirrotos.

Tan grande como la turba de los admiradores es la turba de los envidiosos.

Una esperanza reaviva otra esperanza; una ambición, otra ambición.

La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que este bien narrada.

El ardimiento juvenil en sus comienzos es fogoso, pero languidece fácilmente y no dura; es el humo de una fogata liviana.

Es, a menudo, mas conveniente disimular que vengarse.

Incontenida, la cólera es frecuentemente mas dañina que la injuria que la provoca.

Parte de la curación esta en la voluntad de sanar.

Una era construye ciudades. Una hora las destruye.

A vivir se aprende toda la vida, y toda la vida se ha de aprender a morir.

Cuando se esta en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto.

Los hombres aprenden mientras enseñan.

La esclavitud mas denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.

Incierto es el lugar en donde la muerte te espera; espérela, pues, en todo lugar.

Pesa las opiniones, no las cuentes.

La tristeza, aunque este siempre justificada, muchas veces solo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste.

Estar en ocio muy prolongado, no es reposo, es pereza.

No podemos evitar las pasiones, pero si vencerlas.

El peor enemigo es el que esta encubierto.

No hay ninguna cosa buena que no tenga su base en la razón.

Si me ofreciesen la sabiduría con la condición de guardarla para mi sin comunicarla a nadie, no la querría.

Los hombres aman sus vicios y al mismo tiempo los odian.

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