Citas Recompensa
La recompensa de una buena acción esta en haberla hecho.
Comienza a hablar solo cosas buenas de las personas y hazlo un habito. Te invito a que cambies, y la recompensa llenara tu vida de luz.
Los verdaderos espiritualistas trabajan por una idea divina la que sostiene y recompensa. Ellos poseerán felicidad porque están en unión con el Amor.
Para los pequeños a quienes he dado a luz pueden no faltar recompensas.
La persona que sabe una cosa y la hace mejor que nadie, incluso si es el arte de plantar lentejas, recibe la corona que merece. Si reúne su energía para ese fin, es un benefactor de la humanidad y será recompensado como tal.
El fanatismo es una sobrecompensación de la duda.
Merece salir engañado el que al hacer un beneficio, cuente con la recompensa.
Por una pequeña recompensa se pierde algo que es inestimable y se provoca fácilmente al dador a no dar mas.
Comenzando hoy, trata a todo el mundo que conozcas como si fueses a morir a media noche. Extiéndeles toda la atención, amabilidad y comprensión que puedas reunir y hazlo sin esperar ninguna recompensa. Tu vida no será la misma otra vez.
La recompensa por un buen trabajo es más trabajo.
Hago mis deberes libres de recompensas.
Para tener las recompensas que muy pocos tienen, haz las cosas que muy pocas personas están dispuestas a hacer.
No esperéis recompensa del Amor. El Amor es, en si mismo, recompensa suficiente para el Amor; así como el odio es, en si mismo, castigo suficiente para el odio.
Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida.
Morir para Amar significa morir a todo lo que crees que sabes sin esperanza de recompensa o logro.
Solo la naturaleza hace grandes obras sin esperar recompensa alguna.
Si el amor es condicionado, es un mercenario de las recompensas, te hace esclavo.
La paz es su propia recompensa.
Todas las religiones prometen una recompensa mas allá de esta vida, en la eternidad, por los méritos de la voluntad o el corazón, pero ninguna recompensa para los méritos de la cabeza, del entendimiento.
Para trabajar sin apego es trabajar sin la expectativa de recompensa o temor a un castigo en este mundo o el siguiente. El trabajo lo hace es un medio para el fin, y Dios es el fin.
Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado.
Solemos ser muy duros con nosotros mismos, y pocas veces nos recompensamos por las cosas que hacemos bien.
No es necesario que seas recompensado cada vez que amas, así que sigue amando lo bueno en todos.
Las raíces bajo la tierra no piden recompensa por hacer que las ramas den frutos.
En la naturaleza no hay recompensas ni castigos, hay consecuencias.
El amor busca una sola cosa: el bien de la persona amada. Deja a todos los otros efectos secundarios que cuidar de si mismos. El amor, por lo tanto, es su propia recompensa.
Los que confíen total y únicamente en Dios, amen a Dios por el mero hecho de amarle, y crean en quienes aman a Dios, y en las manifestaciones, pero sin esperar recompensas espirituales o materiales.
El esfuerzo infinito por ser el mejor es el deber del hombre; es su propia recompensa. Todo lo demás esta en manos de Dios.
La paz es la propia recompensa.
No busco la recompensa ni me importa la balanza, ni me importa, ni me importa.
No viviste hoy hasta que has hecho algo por alguien que nunca puede recompensarte.
Las raíces por debajo de la tierra nos dicen que no hay mas recompensa que las ramas fructíferas.
Si las personas son buenas solo porque temen el castigo y esperan una recompensa, entonces somos un grupo lamentable.
El alma que ama a Dios no ha de pretender ni esperar otra recompensa por sus servicios prestados, que la perfección de amar a Dios.
Si estas obsesionado con tomar la decisión correcta, básicamente estas asumiendo que el universo te recompensara por una cosa y te castigara por otra.
Ser consciente de ser pobre mientras oras por las riquezas es ser recompensado con lo que eres consciente de ser, es decir, la pobreza. Las oraciones para tener éxito deben ser reclamadas y apropiadas. Asume la conciencia positiva de lo que deseas.
Cuando des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensara.
Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado ayuda social.
Para que perciban las ventajas de derrotar al enemigo, deben tener sus recompensas.
Columnistas políticos y comentaristas deportivos son recompensados por ser demasiado confiado.
Una vejez tranquila es la recompensa de una juventud juiciosa.