La iluminación espiritual

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Observa sin prejuicios, no pretendas nada mágico, tan solo observa.

Si hemos de hallar una forma mas eficaz de manejar el estrés de nuestras vidas, lo primero que necesitaremos es tomar conciencia de esos juicios automáticos para ver a través de nuestros prejuicios y temores y liberarnos de su tiranía.

La educación y el proceso espiritual no deben estar en manos de mentes prejuiciosas. El prejuicio significa no ver la vida como es.

Deben aceptarse las verdades absolutas, no importa en que libro estén escritas. Si guardamos prejuicios, ellos serán causa de perdida y de ignorancia.

No debemos tomar la terquedad de nuestros prejuicios como valor para defender nuestras opiniones.

Observa sin los prejuicios no pretendas nada mágico, tan solo observa.

El prejuicio nos separa de aquellos a los que juzgamos en el plano físico todo es ilusión y nada es lo que parece.

La educación consiste en hacer que el niño crezca con una inteligencia despejada. Una inteligencia que no esta identificada y enredada en la cultura, la religión, la ideología o los prejuicios conducirá naturalmente al florecimiento final del individuo.

Cuando estas libre de orgullo y prejuicio, cuando estas tranquilo y atento, una luz brillara dentro de ti.

El verdadero significado de la peregrinación es vivir libre de cualquier apegos, hábitos, prejuicios. Libre de desorden físico y mental.

Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente.

Sabía usted que desde esta perspectiva nos daremos cuenta que hemos sido realmente creados para conocer y amar, evitando todos los estereotipos y prejuicios.

Los prejuicios matan.

Y no olvides relajarte. Deja ir ideas fijas de lo que debería pasar, para que puedas responder con frescura e inocencia a cada momento, sin prejuicios o expectativas.

El tipo mas noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia.

La Iluminación es libre de todas esas formas habituales de pensamientos parcializados, negativos, distorsionados y oscuros, libre de todo prejuicio y de todo tipo de condicionamiento mental.

Nuestra propia naturaleza es en su esencia pura. Puede quedarse durante la mayor parte de la vida ocultada por varios tipos de pasiones, ignorancia, enfados, prejuicios, etc., pero en cuanto quitemos estas manchas, brilla de nuevo con todo su esplendor.

Un medico atendiendo al paciente con delicadeza, con ternura, libre de prejuicios y creyendo en la solidaridad de la raza humana, esta alabando a Dios.

El ser humano debe LIBERARSE de todo prejuicio y de su propia IMAGINACIÓN para que pueda investigar la VERDAD.

Cuando se enfrenta a la gaya ciencia, el animal serio manifiesta su prejuicio: la risa y la alegría demuestran un pensamiento sin método ni mesura. Nuestro deber es demostrar que estamos frente a una arbitrariedad.

Prejuicios son fracasos de no poder ver la vida como realmente es.

Junto con Platón y Aristóteles forman los tres pilares de la filosofía grecorromana, que se inicia en el siglo VI antes de Cristo hasta la caída de Roma (476 d. C). Este filósofo supone el descubrimiento de la razón para los griegos, Sócrates llegó al convencimiento de que muchos de sus conciudadanos, incluso aquellos que eran tenidos por sabios, no basaban sus conocimientos en fundamentos lógicos sino en memorizar lo que habían aprendido de otros, lo cual no significa un conocimiento verdadero. Por tanto era necesario partir de nuevo, de cero y olvidar todo lo aprendido: "Solo sé que no sé nada", a partir de este axioma es posible reconstruir el camino hacia la verdad, mediante un esfuerzo puramente racional hasta descubrir la respuesta. Despojadas de todo prejuicio, las ideas que se han ido gestando en la mente, brotan como en un alumbramiento repentino y feliz (EUREKA). Por primera vez se planteaba la salvación del alma, para ello es necesario conocerse a sí mismo.

El prejuicio es una lacra (no creo que sea una enfermedad psicológica), una malformación de la convivencia humana y por eso, hay que enfrentarlo, denunciarlo y controlarlo, como lo hacemos con cualquier otro mal. No hay excusa.

Lo que el alma ve y ha experimentado, que sabe; El resto es apariencia, prejuicio y opinión.

Todos los prejuicios hacia los demás son juicios sobre nosotros mismos enmascarados.

Los prejuicios y la estrechez mental —dos grandes debilidades de la naturaleza humana— deben desaparecer.

Pocas personas son capaces de expresar con ecuanimidad opiniones que difieren de los prejuicios de su entorno social. La mayoría de las personas son aun incapaces de formar tales opiniones.

Ser un verdadero explorador de la ciencia—seguir el sin prejuicios de la investigación científica pura— es no tener miedo de proponer lo impensable y demostrar que amigos, colegas y paradigmas científicos están equivocados.

Si abrigamos muchos prejuicios, en esa misma forma cosecharemos prejuicios.

Los humanos deben liberarse de todo prejuicio y de los productos de su propia imaginación, para que pueda investigar el escenario sin obstáculos.

El ser humano debe aprender a reconocer sus reacciones, impulsos, palabras e intenciones para evitar el boicot genético y la influencia de entidades etéreas prejuiciosas.

Ojos nuevos es cesar los prejuicios.

Los prejuicios son el fracaso de no poder ver la vida como realmente es.

Abandonar nuestros prejuicios y amar con compasión indiscriminada es recordar quienes somos realmente.

Me compre unos cuantos amigos, una novia, y un perro. Los amigos y la novia se fueron, solo me quedo el perro que no tiene prejuicios… y me acepta como soy.

Triste época la nuestra. Es mas fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.

Libérate de la esclavitud del prejuicio que embota el intelecto y ofusca los pensamientos.

Juzgar es separarnos de nuestra divinidad; liberarnos de los prejuicios es recordarla.

En una mente libre de prejuicios, existe la posibilidad de descubrir lo que es real.

La Historia nunca se circunscribe a un determinado acontecimiento, y de que los prejuicios, a menudo, son mas tenaces que los propios hechos.

Dios tiene dos prejuicios, dijo la serpiente: el bien y el mal.