Citas Khalil Gibran
Muchas doctrinas son como un cristal de ventana. Vemos la verdad a través de ellas pero nos separan de la verdad.
Aquel que te perdona un pecado que no has cometido, se perdona a si mismo su propio crimen.
Confía en los sueños, porque en ellos esta escondida la puerta de la eternidad.
Si el abuelo del abuelo de Jesús hubiera sabido lo que estaba escondido dentro de el, habría permanecido humilde y temeroso ante su alma.
El pesar y la pobreza purifican el corazón del hombre, aunque nuestras mentes débiles no ven nada de valor en el universo, salvo la comodidad y la felicidad.
En cada país, cada cuidad, en cada rincón del mundo, vive una mujer que es la representante de tiempos futuros.
Si encuentras un esclavo dormido, no lo despiertes; puede estar soñando con la libertad. Si encuentras un esclavo dormido, despiértalo y háblale de la libertad.
Algunos de ustedes dicen: La alegría es mejor que el dolor, y otros dicen: No, el dolor es el mejor. Pero yo os digo que son inseparables. Juntos vienen y cuando uno se sienta solo contigo en tu mesa, recuerda que el otro esta dormido en tu cama.
Porque la vida y la muerte son una, así como el rio y el mar son uno.
Si en el crepúsculo de la memoria nos encontráramos una vez mas, volveremos a hablar juntos y ustedes me cantaran un canto mas profundo.
Las cosas materiales matan al hombre sin sufrimiento, el amor lo reanima con vivificantes dolores.
Si no se rompe, ¿como lograra abrirse tu corazón?
¿Donde puedo encontrar un hombre gobernado por la razón y no por los hábitos y los deseos?
Y no penséis en dirigir los caminos del amor; es el amor quien si os encontrara dignos dirigirá vuestros caminos.
Conocí un segundo nacimiento, cuando mi alma y mi cuerpo se amaron y se casaron.
Las flores de los campos son las hijas del cariño del Sol y del amor de la naturaleza. Y los hijos de los hombres son flores del amor y de la compasión.
Por muy larga que sea la tormenta, el Sol siempre vuelve a brillar en las nubes.
Es nuestro yo interno el que sufre cuando desobedecemos y el que nos mata cuando lo traiciónanos.
Si amas algo, déjalo libre. Si regresas es tuyo, sino nunca lo fue.
He aprendido el silencio del hablador, la tolerancia de los intolerantes y la bondad de los malos. Sin embargo, por extraño que parezca, soy desagradecido con esos maestros.
Madre: la palabra mas bella en labios de la humanidad.
Las lagrimas son fuego que purifica el amor, haciéndolos nítidos y hermosos por una eternidad.
El derecho forma parte de la voluntad, porque las almas flotan al viento de acá para allá cuando los fuertes dominan y los débiles padecen los cambios para bien y para mal. No neguéis tampoco la voluntad del alma, mas fuerte que la fuerza del brazo.
Si veis a un hombre desviarse de los frutos prohibidos que le arrastrarían a crímenes insondables, juzgadle con amor, porque es Dios quien preserva en el.
Tu vida esta determinada no por lo que te trae, sino por la actitud que tu traes a la vida. No es lo que te sucede, sino la forma en que tu mente mira lo que sucede.
Puedes olvidar a aquel con el que has reído, pero no aquel con el que has llorado.
La generosidad es dar mas de lo que puedes, y el orgullo es tomar menos de lo que necesitas.
Vivir en la mente es esclavitud, a menos que la mente se haya convertido en una parte del cuerpo.
El infierno no esta en el remordimiento, esta en el corazón vacío.
El ojo de un ser humano es un microscopio que hace que el mundo parezca mas grande de lo que realmente es.
Y he hallado libertad y salvación en mi locura, la libertad de estar solo y salvo de ser comprendido, ya que quienes nos comprenden. Esclavizan algo nuestro.
Del sufrimiento han emergido las almas mas fuertes. Los caracteres mas fuertes se forjan a base de cicatrices.
Cuando mi alma y mi cuerpo se amaron, conocí un segundo nacimiento.
De los dos premios principales de la vida, la belleza y la verdad, encontré el primero en un corazón amoroso y el segundo en manos de un obrero.
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
Poeta es aquel que te hace sentir, tras haber leído su poema, que sus mejores versos aun no han sido compuestos.
La sabiduría deja de ser sabiduría cuando se vuelve demasiado orgullosa para llorar, demasiado grave para reír, y demasiado egoísta para buscar otra que no sea ella misma.
Los hombres que no perdonan a las mujeres sus pequeños defectos jamás disfrutaran de sus grandes virtudes.
Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores.
Si revelas tus secretos al viento, no culpes al viento por revelarlos a los arboles.
Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de lo que debes sentir.
Si la otra persona te hiere, puedes olvidarte de la lesión; pero si le haces daño, siempre lo recordaras.
Los dones que provienen de la justicia son superiores a los que se originan en la caridad.
No se llega al alba sino por el sendero de la noche.
Si tu corazón es un volcán, ¿como esperas que florezcan las flores?
Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros.
Vuestros hijos no son vuestros; son los hijos de la vida, que se busca ansiosamente a si misma. Vienen a este mundo por vuestro intermedio pero no de vosotros; y, a pesar de vivir con nosotros, no son propiedad vuestra.
En el roció de las pequeñas cosas, el corazón encuentra su mañana y toma su frescura.