La iluminación espiritual

Frases Kabir

Citas Kabir


Si realmente el Maestro esta lejos, ¿que es lo que creo este mundo? Por no creer que el este aquí andas errante, cada vez mas lejos, y lo buscas en vano y entre lagrimas.

El gozo compartido es la plenitud del gozo. ¿Ante quien podía expresarse jamás? Mi Maestro es mas grande que los mundos, e inmensa la buena ventura de su discípulo.

Comprendí que solo yo era el loco; que todo el mundo a mi alrededor estaba cuerdo y que yo era motivo de escandalo y de befa.

Solo el labrador precavido podrá festejar el fin de la cosecha.

Tu Amado es prudente, y tu insensata, oh, mujer. Nunca preparaste el lecho de tu esposo. Te pasaste los días en inútiles juegos.

Beso suplicante vuestros pies, oh, portadores. Aguardad un momento todavía. Dejadme volver a casa de mis padres y de mis amigos para despedirme de ellos.

Me he asociado al armonioso equilibrio del Uno.

Estoy consagrado a la verdad porque ahuyente lejos de mi todas las falsas apariencias.

Entonces dejara de quemarnos la llama de la concupiscencia.

Locas de jubilo, la vida y la muerte danzan al ritmo de esa música.

Cuando hayas encontrado a tu verdadero Maestro, el despertara tu corazón.

Desde el comienzo hasta el fin de los tiempos esta el amor entre Tu y yo. ¿Como podría extinguirse ese amor? Cual el rio penetra en el océano, así mi corazón penetra en ti.

Con el fardo de deseos que llevas en la cabeza, ¿como podrías andar ligero? Caber sigue diciendo: Guarda en ti la verdad, el espíritu de sacrificio y el amor.

Danza, corazón mío. Danza hoy de gozo. Los canticos de amor llenan de música los días y las noches, y el mundo vive atento a sus melodías.

En los baños sagrados no hay mas que agua, y se de su ineficacia, pues me he bañado en ellos.

Combate, oh, hermano., mientras dure tu vida. Corta la cabeza de tu enemigo para darle así una muerte rápida.

Ved la vida y la muerte: ya no hay entre ellas separación alguna.

No hay lugar allí para el error.

Estamos en lo Inaccesible; miraos adentro y veréis como brillan en vosotros los rayos de luna de Dios escondido.

Las contradicciones ya no existen para mi. Por doquiera que voy, en el me afano.

No tiene nombre.

Lo incondicionado es el grano; lo condicionado es la flor y el fruto.

Fue en Benarés donde tuve una revelación repentina, y Remanando me ilumino. Traía conmigo la sed del infinito, he acudido a la cita de mi Dios.

El mundo ilimitado solo es conocido de aquel que lo alcanzo. Es muy otro de cuanto se ha dicho y escuchado.

El verdadero Nombre no se parece a ningún otro.

Caber reflexiona y dice: Si obras de otro modo jamás encontraras al Bien amado.

Hay un país donde no imperan ni la duda ni la tristeza; donde ya no existe el terror de la muerte.

Temeroso de que su servidor sufra, el lo penetra profundamente.

Lo consciente y lo inconsciente son los taburetes de sus pies.

Danza extasiado y Su danza describe mil formas vaporosas.

Deja las palabras y observa. Descubrirás que dentro de ti palpita el ser secreto, respira en tu interior. La vida es una. La vida es Dios; no la palabra dios, sino la vida misma.

Ofrendare a mi Señor mi cuerpo y mi espíritu.

Se rapa la cabeza y tiñe sus vestidos; lee el Gita y se convierte en un charlatán.

El amor difiere mucho de la letra, y el que con toda sinceridad lo busca, lo encuentra.

Si las clavijas se aflojan o las cuerdas se rompen, entonces, instrumento de polvo, vuelve el cuerpo al polvo.

Amo muy de veras a quien puede devolver su hogar al viajero extraviado.

La aurora y el crepúsculo me parecen iguales.

El padre de familia abandona su hogar cuando la escucha.

Pero quien sabe de donde viene esa palabra.

Con toda simplicidad me uniré con la simple Unidad.

Aquel que lo ha visto y lo ha tocado, es el que se halla libre de temor y de angustia. Para el, la idea de Dios es como un ungüento de sándalo esparcido por la piel. Para el no hay otro goce que esa idea.

Contempla cuan grande es mi ventura. He recibido la infinita caricia de mi Bien amado.

Nadie puede decirme que ave es esa, la que canta en mi alma.

Aquí tienes, ante ti, el agua pura. Bébela hasta saciarte.

Oh, mi caro amigo. He recibido como presente al único Inmortal.

Los yoguis, los sañas, los ascetas, disputase entre si.

Ven, oh, Chamadas. y contempla el triunfo de mi Señor omnipotente.

Como se mezclan las aguas del Ganges y del Juman, así se mezclan en el corazón del hombre piadoso las dos corrientes del amor y del sacrificio.

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