La iluminación espiritual

Frases Jerarquía

Citas Jerarquía


En el macrocosmos la jerarquía es idéntica a la del microcosmos. La naturaleza esta dispuesta en forma perfecta e igual para la totalidad de partes.

La violación de la jerarquía se ve en una familia especialmente cuando un niño quiere hacerse cargo de algo que es de sus padres para así salvarlos.

La secta se articula a través de una estructura jerarquizada que asume semejanzas con el patrón familiar, donde la autoridad del líder simboliza la figura paterna y los acólitos permanecen cohesionados por un espíritu de hermandad. Cuando, tratándose de sectas con un gran número de seguidores, la figura del líder no está presente de una manera activa, dirigentes que ocupan determinados escalafones intermedios en la jerarquía del grupo desempeñan ese papel de figura paterna que proporciona seguridad a los miembros de base.

Eres un maestro cuando no culpas a nadie ni a nada de tus circunstancias, y te comunicas con la jerarquía espiritual de luz. Un decreto ordena al Universo que obedezca tus ordenes.

El dinero, que a veces es producto del trabajo y otras no, creo nuevas jerarquías.

Todo este asombroso proceso tiene lugar de acuerdo con un Plan definido que esta presente en la Conciencia Divina y que es controlado y guiado por varias jerarquías de Seres en diferentes grados de evolución.

La segunda justificación de la desigualdad la convierte en el necesario precio de la libertad. En un mundo regido por el libre mercado y asentado en el sacrosanto principio de la libertad de elección, un Estado intervencionista podría imponer políticas redistributivas y regulaciones igualitaristas, pero solo lo lograría a base de cercenar esa misma libertad individual, a base de recortar las opciones sobre las que elegir. Este argumento es tan falso como cierto es el hecho de que la desigualdad implica ella misma una falta de libertad, tanto más profunda cuanto más dramática sea esa desigualdad. Porque falta de libertad -de decidir, de hacer y aun de rechazar- es lo que tiene el trabajador precario que apenas llega a fin de mes y no sabe si mañana conservará su empleo; es lo que sufre la mujer sometida al marido y desfavorecida y discriminada en toda suerte de oportunidades de vida; es lo que padece el desempleado de larga duración, que soporta el estigma social de la dependencia del subsidio público (si es que lo tiene). Falta de libertad es lo que tiene el pobre que depende de la exigua caridad de sus congéneres. Falta de libertad es lo que sufre el subordinado (en la jerarquía de la empresa, por ejemplo) cuando tiene que comulgar con ruedas de molino porque necesidades o deseos vitales para él dependen de la voluntad de su superior. Falta de libertad, en fin, es lo que padece el que vive con permiso de otro. No olvidemos el dicho de Juvenal: 'Hay muchas cosas que los hombres, si llevan la capa remendada, no se atreven a decir'. El mundo contemporáneo, porque distribuye de forma tan groseramente desigual recursos, oportunidades y riqueza, padece un hondísimo problema de falta de libertad.

“Aceptar la autoridad” (y la única autoridad que vale es la figura del guía espiritual de la secta, que para eso es un enviado de los dioses), es una de las primera premisas que el adepto debe acatar. Esta subordinación a la jerarquía sectaria se alienta a través de una serie de argumentaciones y razonamientos que forman parte de esa Verdad revelada por el líder.

En el mundo islámico tradicional, la jerarquía de las artes no se basaba en si eran finas o industriales o menores. Se basaba en el efecto del arte en el alma del ser humano.

Todo grupo dispone de una jerarquía que resulta del momento en que cada uno inicia su pertenencia al grupo. Es decir, quien entro en un grupo antes tiene prioridad sobre aquel que vino después.