La iluminación espiritual

Frases Daniel Goleman

Citas Daniel Goleman


La empatía y las habilidades sociales son inteligencia social, la parte interpersonal de la inteligencia emocional. Por eso se parecen.

El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común.

Hay que ofrecer una solución. La critica, como todo comentario útil, debe apuntar a una forma de resolver el problema.

Todos los cirujanos saben que la gente muy asustada no responde adecuadamente a una intervención quirúrgica, ya que tienden a sangrar en exceso, son mas propensos a las infecciones y a las complicaciones y tardan mas tiempo en recuperarse.

La verdadera compasión no significa solo sentir el dolor de otra persona, sino estar motivado a eliminarlo.

La mayor parte de los elementos que determinan el logro de una mejor o peor posición social no tienen que ver tanto con el CI como con factores tales como la clase social o la suerte.

Y en la medida en que estemos motivados por el entusiasmo y el gusto en lo que hacemos –o incluso por un grado optimo de ansiedad– se convierten en excelentes estímulos para el logro.

Rara vez, las personas expresan sus emociones con palabras. Por lo general, las expresan a través de otros medios.

El cerebro social esta en su hábitat natural cuando estamos hablando a alguien cara a cara.

Las criticas adecuadas no se ocupan tanto de atribuir los errores a un rasgo de carácter como de centrarse en lo que la persona ha hecho y puede hacer.

La clave para intuir los sentimientos de otros es la habilidad de leer los canales no verbales, tales como el tono de voz, los gestos, la expresión facial, entre otros.

Los niños de hoy en día crecen en una nueva realidad, una realidad en la que están muy desconectados de sus semejantes y mucho mas conectados que nunca, por el contrario, con las maquinas, una situación que, por razones muy diversas, resulta inquietante.

El buen humor favorece la eficiencia mental y permite que la gente sea mas competente en la comprensión de la información y en la aplicación de reglas a la toma de decisiones complejas, así como mas flexible en la forma de pensar.

No permitas que el ruido de las opiniones ajenas silencie tu voz interior. Y, lo que es mas importante, ten el coraje de hacer lo que te dicten tu corazón y tu intuición. De algún modo, ya sabes aquello en lo que realmente quieres convertirte.

Las emociones fuera de control pueden transformar en estúpidas a personas inteligentes.

Los seres humanos somos ante todo sensibles.

La inteligencia académica no ofrece la menor preparación para la multitud de dificultades –o de oportunidades– a la que deberemos enfrentarnos a lo largo de nuestra vida.

El liderazgo no tiene que ver con el control de los demás sino con el arte de persuadirles para colaborar en la construcción de un objetivo común.

Para tomar una buena decisión tenemos que aplicar sentimientos a los pensamientos.

En un grupo de personas con alto coeficiente intelectual, los detalles como disciplina, auto control y empatía, marcan la diferencia entre los que se hunden y los que destacan.

Cuanta mas inteligencia social tengas, mas feliz y fuerte serás, y mejores relaciones personales tendrás.

La ansiedad entorpece de tal modo el funcionamiento del intelecto que constituye un predictor casi seguro del fracaso en el entrenamiento o el desempeño de una tarea compleja, intelectualmente exigente y tensa.

El miedo tiene una importancia especial en la evolución: tal vez mas que cualquier otra emoción, es crucial para la supervivencia. La habilidad de hacer una pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto aprendizaje crucial en la vida diaria.

Ayudar a las personas a que controlen dichas emociones de forma adecuada puede dar resultados tan importantes como hacer que un fumador asiduo deje los cigarrillos.

La capacidad de expresar los propios sentimientos constituye una habilidad social fundamental.

El optimismo –al igual que la esperanza– significa tener una fuerte expectativa de que, en general, las cosas irán bien a pesar de los contratiempos y de las frustraciones.

La autoconciencia implica comprender en profundidad las emociones, los puntos fuertes, las debilidades, las necesidades y los impulsos de uno mismo.

La inteligencia emocional comienza a desarrollarse en los primeros años. Todos los intercambios sociales que los niños tienen con sus padres, maestros y entre ellos, llevan mensajes emociónales.

Una forma de aumentar la fuerza de voluntad y la capacidad de concentrarse es administrar las distracciones en lugar de dejar que nos administren.

La inteligencia interpersonal consiste en la capacidad de comprender a los demás: cuales son las cosas que mas les motivan, como trabajan y la mejor forma de cooperar con ellos.

En el mejor de los casos, el coeficiente intelectual parece aportar tan solo un 20% de los factores determinantes del éxito.

El autoengaño ha desempeñado un papel fundamental –y ciertamente positivo– a lo largo de la evolución del ser humano.

Ayudar a las personas a que controlen las emociones molestas, como la ira, la ansiedad, la depresión, el pesimismo y la soledad, es una forma de prevenir enfermedades.

Las personas que no son capaces de controlar su vida emocional pelean batallas internas que sabotean la habilidad de enfocarse en el trabajo y tener la mente ordenada.

Las emociones negativas intensas absorben toda la atención del individuo, obstaculizando cualquier intento de atender a otra cosa.

Es la combinación entre el talento y la capacidad de perseverar ante los fracasos lo que conduce al éxito.

El estrés vuelve estúpida a la gente.

Si queremos vivir adecuadamente, es necesaria cierta destreza para movernos en tres ámbitos distintos: el mundo externo, el mundo interno, y el mundo de los demás.

El logro real no depende tanto del talento como de la capacidad de seguir adelante a pesar de los fracasos.

En cualquier entorno laboral las risas son un termómetro de la temperatura emocional e indican a ciencia cierta que la gente tiene una conexión de corazón además de mental.

El arte de las relaciones se basa, en buena medida, en la habilidad para relacionarnos adecuadamente con las emociones ajenas.

Lo único que puede librarnos del poder hipnótico del autoengaño es el valor para buscar y afirmar la verdad.

La impasibilidad, en suma, constituye un intento de negación optimista, una especie de disociación.

La tensión emocional prolongada puede obstaculizar las facultades intelectuales del niño y dificultar así su capacidad de aprendizaje.

Nuestras emociones tienen una mente propia, una mente cuyas conclusiones pueden ser completamente distintas a las sostenidas por nuestra mente racional.

La esperanza significa que uno no se rinde a la ansiedad, el derrotismo o la depresión cuando tropieza con dificultades y contratiempos.

Las estadísticas demuestran que, cuando son crónicas, la toxicidad de emociones como la ira es equiparable a fumar cigarrillos.

Conócete a ti mismo.

[1/3]