La iluminación espiritual

Frases Baruch Spinoza

Citas Baruch Spinoza


Tampoco hay nadie que no desee vivir con seguridad y sin miedo Pero esto es imposible que suceda, mientras este permitido que cada uno lo haga todo a su antojo y no se concedan mas derechos a la razón que al odio y a la ira.

Quinto Curco ha señalado con acierto, no hay medio mas eficaz para gobernar a la masa que la superstición.

La suprema ley es la salvación del estado, a la que deben responder todas las demás, tanto humanas como divinas.

Por lo tanto, esclavo es quien esta obligado a obedecer las ordenes del señor y solo busca la utilidad del que manda.

Los adivinos solo infunden el máximo respeto a la plebe y el máximo temor a los reyes en los momentos mas críticos para un Estado.

Luego, una inteligencia que sea de hecho finita o de hecho infinita, debe comprender los atributos de Dios y las modificaciones de Dios, y no otra cosa.

Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.

La experiencia nos ha demostrado que a la persona no le resulta nada mas difícil de dominar que su lengua.

El deseo es la esencia mima del hombre, en cuanto se concibe determinada a actuar sobre algo, merced a cualquier afección dada a la propia esencia.

Los teólogos se han afanado, las mas de las veces, por hallar la forma de arrancar de las Sagradas Escrituras sus ficciones y antojos y avalarlos con la autoridad divina.

Pues, como Dios es causa de si mismo, basta que lo demostremos por si mismo.

Dado, pues, que la ley no es nada mas que la forma de vida que los hombres se imponen a si mismos o a otros por algún fin, parece que hay que distinguir ley humana y ley divina.

Si el hombre tiene una idea de Dios, Dios debe existir formalmente El hombre tiene una idea de Dios.

Si no quieres repetir el pasado, estúdialo sin la ayuda mutua, los hombres viven necesariamente en la miseria y sin poder cultivar la razón.

Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito. No encontraras a Dios en ningún libro.

Nosotros no podemos demostrar por la razón si es verdadero o falso el fundamento de la teología, a saber, que los hombres se salvan por la sola obediencia.

Nadie, en efecto, podrá jamás transferir a otro su poder ni, por tanto, su derecho, hasta el punto de dejar de ser hombre; ni existirá jamás una potestad suprema que pueda hacerlo todo tal como quiera.

Si hay una idea de Dios, la causa de esta idea debe existir formalmente, y contener en si misma todo lo que la idea contiene objetivamente.

Comprender es el principio de aprobar.

La alegría es el paso del hombre de una menor perfección a una mayor.

Todo cuanto deseamos honestamente se reduce a estos tres objetos principales, a saber, entender las cosas por sus primeras causas, dominar las pasiones o adquirir el habito de la virtud y, finalmente, vivir en seguridad y con un cuerpo sano.

El hombre libre en nada piensa menos que en la muerte, y su sabiduría consiste en una meditación no sobre la muerte, sino a propósito de la vida el odio a las otras naciones, era fomentada y alimentada mediante el culto diario.

Solo es libre y capaz todo aquel que vive con sinceridad bajo la sola guía de su interior.

Respuesta a una pregunta formulada por Jaras Melles.

Ningún milagro nos permite entender ni la esencia ni la existencia ni la providencia de Dios, sino que, por el contrario, estas cosas se perciben mucho mejor por el orden fijo e inmutable de la Naturaleza.

Los hombres se creen libres porque ellos son conscientes de sus voluntades y deseos, pero son ignorantes de las causas por las cuales ellos son llevados al deseo y a la esperanza.

La Escritura suele pintar a Dios a imagen del hombre y atribuirle alma, animo, afectos e incluso cuerpo y aliento a causa de la débil inteligencia del vulgo.

Se también que es tan imposible que el vulgo se libere de la superstición como del miedo.

Nota: Spinoza mantiene que los milagros, incluso los bíblicos, son meras construcciones mentales de los hombres sin ninguna realidad objetiva Al no ser construcciones divinas , sino del hombre, no permiten entender a Dios.

Si los hombres pudieran conducir todos sus asuntos según un criterio firme, o si la fortuna les fuera siempre favorable, nunca serian victimas de la superstición.

Nadie que haya leído el Nuevo testamento puede dudar que los apóstoles fueron profetas.

Quien es llevado por sus apetitos y es incapaz de ver y ni hacer nada que le sea útil es esclavo al máximo; y solo es libre aquel que vive con sinceridad bajo la sola guía de la razón.

Solo es libre aquello que existe por las necesidades de su propia naturaleza y cuyos actos se originan exclusivamente dentro de si.

Todas las cosas que hay en la naturaleza son cosas o acciones Ahora bien, el bien y el mal no son cosas ni acciones Luego el bien y el mal no existen en la naturaleza.

El derecho natural de cada hombre no se determina, pues, por la sana razón, sino por el deseo y el poder.

Cuanto mas se concede a los hombres la libertad de pensar, mas se le acerca a su natural estado, y por consecuencia, mas pacíficamente se reina.

He cuidado atentamente de no burlarme de las acciones humanas, no deplorarlas, ni detestarlas, sino entenderlas.

Por Dios entiendo un ser absolutamente infinito, esto es, una substancia que consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita.

El Estado mas violento será, pues aquel en que se niega a cada uno la libertad de decir y enseñar lo que piensa, y será, en cambio, moderado aquel en que se concede a todos esa misma libertad.

La actividad mas importante que un ser humano puede lograr es aprender para entender, porque entender es ser libre.

El que se arrepiente de una acción es doblemente miserable e impotente.

Es sumamente raro que los hombres cuenten una cosa simplemente como ha sucedido, sin mezclar al relato nada de su propio juicio.

Lo único por lo que se distinguen las naciones entre si es por la forma de su sociedad y de las leyes bajo las cuales viven y son gobernadas.

Según el derecho de naturaleza, nadie esta obligado a vivir según el criterio de otros, sino que cada cual es el garante de su propia libertad.

La esperanza es una alegría insegura surgida de la idea de una cosa futura o pretérita de cuya realización dudamos en alguna medida.

Dios no tiene derecha ni izquierda, ni se mueve ni esta parado, ni se halla en un lugar, sino que es absolutamente infinito y contiene en si todas las perfecciones.

Es imposible arrebatar a los hombres la libertad de decir aquello que piensan porque cada uno de los hombres busca su propia liberación de expresión.

Las cosas cognoscibles son infinitas.

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