La iluminación espiritual

Frases Anselm Grun

Citas Anselm Grun


Tu habitación es el lugar donde Dios vive junto a ti, donde desea platicar contigo, donde sana tus heridas.

El abuso surge sobre todo porque se reprimió la sexualidad.

Si el otro traspasa un limite, me voy a dar cuenta por las propias emociones: siento que el otro se aprovecho de mi, siento una violencia interna.

El que no acepta sus limites enfermara.

Las personas que crean una imagen demasiado elevada de si mismas comienzan a llevar una vida para la que su inteligencia, su voluntad y sus posibilidades psíquicas no son suficientes.

Solo quien esta afianzado y confía en su espiritualidad puede volar y ser libre, acercándose a la realidad para que su árbol pueda florecer y dar frutos.

Ahora depende solo de mi la manera de reaccionar ante lo que he llegado a ser y ante lo que pueda hacer con lo que soy.

Quien no sabe decir no, enfermara y quien siempre quiera responder a las expectativas, notara con dolor sus limites. Pero quien sabe de sus limites, podrá crecer mas allá de ellos, acercarse al otro y encontrarlo verdaderamente.

Solo cuando tengamos el valor de trepar por nuestra humanidad, el Cielo se abrirá ante nosotros.

Si puedo observar a mi propia alma sin horrorizarme ni temer, entonces dejo de sentir angustia frente a mí mismo y mi alma en paz puede brotar.

Hay que aprender sobre el ensayo y el error. Quien se encuentra consigo mismo también encuentra siempre sus lados oscuros, su fragilidad y sus abismos.

El silencio, en cuanto a auto-encontrarse, dejarse ir y ser uno con Dios, no el mero callar, angustia a muchos porque emerge todo lo que hay en uno.

En nuestras debilidades y en nuestras fortalezas, en nuestras enfermedades y en nuestra salud, seamos permeables para Dios.

Allí donde yo viva y la vida brote en mi, allí veré al Resucitado y experimentare a Dios.

Lo que realmente sana no es solo la psicología, que permite destapar, llevar a la luz y valorar la propia verdad, ni tampoco la mera espiritualidad, sino el dejarnos, a partir del conocimiento que tenemos de nosotros mismos, que Dios nos transforme.

Allí donde crece el peligro crece también la salvación.

El arte de la vida es sentir la alegría indestructible dentro de las dificultades de la vida.

Solo puedo modificar lo que acepto.

La misa puede ser el lugar donde vemos el cielo abierto.

La alegría es una emoción elevada y una emoción elevada hace que la persona sea amplia y sana.

Solo seremos realmente humanos cuando nuestra naturaleza se atreva a dar un paso mas allá, hacia el Cielo a donde Jesús ha ascendido en cuerpo y alma.

Lo único importante es la disposición de escucha para saber que es lo que ocupa y mueve al otro.

En cada situación, en cada perdida uno encuentra un nuevo desafío para lograr felicidad.

Un corazón inquieto es la base del peregrinar. En el ser humano habita un ansia.

El ser humano es esencialmente alguien que esta en camino. Se mueve. No permanece parado.

En cada uno de nosotros hay una fuente de alegría.

No existe aquello que no se puede cambiar. No hay ninguna oscuridad que no se pueda iluminar, ningún fracaso que no se pueda transformar en un nuevo comienzo. Ni ninguna muerte que no se pueda transformar en vida.

La sanación siempre se logra en el encuentro con uno mismo y con Dios; Que es el que sana.

La oración sola, sin modificación del comportamiento, es solamente narcisismo. Obrar sin contemplación es solamente activismo. Pertenece a la esencia del hombre que ambas cosas vayan juntas.

Un corazón estrecho no puede experimentar el gozo. El gozo solo existe cuando se ensancha el corazón.

Vida verdadera es solo la Vida en Dios.

La verdadera transformación proviene de la tranquilidad.

Necesitamos palabras, pero debemos saber siempre que el misterio es mas grande que las palabras, solo en esta apertura hablamos de forma correcta de Dios. Si creemos ser quienes saben exactamente que es Dios, eso no es fe, al contrario.

Ser limpio o puro no significa no tener errores, sino tener un núcleo puro y estar conectado una y otra vez con ese centro.

En cada despedida existe la posibilidad de algo nuevo.

Mi experiencia me dice que muchas personas tienen miedo a la muerte porque no han vivido. Una vida no vivida no puede partir tan bien. Quien vive conscientemente también puede partir.

Conozco a tantas personas que cortan una parte de su cuerpo cuando van a la iglesia, solo llevan su parte piadosa, así no pueden vivir.

Dejarse transformar por Dios.

Quien no hace duelo se vuelve rígido internamente, El duelo lleva de vuelta a la vida.

La vida nos puede robar mucho, pero no la libertad de decidir el modo de vivirla.

No es que la enfermedad tenga sentido, sino que yo le doy un sentido.

A los hijos no les hace ninguna gracia el estrés que el padre o la madre traen de su trabajo. Lo que desean y necesitan es su presencia. Desean que sus padres les dediquen tiempo.

Es lo que permite llegar a nuestro interior y presentarnos ante Dios.

No es Dios el juez inmisericorde, nosotros lo somos.

Bendice nuestros diálogos, para que gracias a ellos nos acerquemos y nos comprendamos cada vez mas los unos a los otros.

Si estamos en armonía interior, tendremos la certeza y la calma para decir que no sin tener que defendernos.

La clave no es alejarse del dolor, sino atravesarlo y transformarlo.

El gran error del catolicismo fue ocultar su propia sombra.

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