La iluminación espiritual

Explicación de los siete cuerpos

POR: OSHO

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LOS SIETE CUERPOS Y SUS SUEÑOS

Sobre los siete tipos de cuerpos y la explicación de sus sueños.

Tenemos siete cuerpos: el físico, el etéreo, el astral, el mental, el espiritual, el cósmico y el nirvánico. Cada cuerpo tiene un tipo de sueño. En la psicología occidental el cuerpo físico se conoce como cuerpo consciente, el cuerpo etéreo se conoce como inconsciente y el cuerpo astral se conoce como inconsciente colectivo.

EL CUERPO FÍSICO Y LOS SUEÑOS

El cuerpo físico tiene sus propios sueños.

Si tienes malestar en la barriga, tendrás un cierto tipo de sueños. Si estás enfermo, febril, el cuerpo físico crea un sueño determinado. Hay algo evidente: el sueño es creado por algún tipo de malestar.

El malestar físico, la enfermedad física, crean su propio mundo de sueños, de modo que es posible estimular el sueño físico incluso desde el exterior. Estás dormido. Si te colocan un paño mojado alrededor de las piernas, empezarás a soñar. Puedes soñar que estás cruzando un río. Si te colocan una almohada en el pecho empezarás a soñar. Puedes soñar que se te ha sentado alguien encima, o que te ha caído una piedra. Estos sueños surgen del cuerpo físico.

EL CUERPO ETÉREO Y LOS SUEÑOS

El cuerpo etéreo cuando sueñas puede salirse de ti.

Los sueños etéreos han creado mucha confusión en la psicología occidental. Freud confundió los sueños etéreos con los sueños causados por la represión de ciertos deseos. Hay sueños que se deben a deseos reprimidos, pero estos sueños pertenecen al primer cuerpo al cuerpo físico. Si has reprimido tus deseos físicos, por ejemplo, si has estado ayunando, hay muchas posibilidades de que sueñes con el desayuno. Si has reprimido el sexo, habrá muchas posibilidades de que tengas fantasías sexuales. Pero estos sueños pertenecen al primer cuerpo. El cuerpo etéreo queda fuera de la investigación psicológica, por eso sus sueños se interpretan como si perteneciesen al primer cuerpo, el físico. Esto crea mucha confusión.

El cuerpo etéreo puede viajar en sueños. Hay muchas posibilidades de que abandone tu cuerpo. Cuando lo recuerdas, lo haces como un sueño, pero no es un sueño como los del cuerpo físico. El cuerpo etéreo puede salirse de ti mientras duermes. Tu cuerpo físico estará ahí, pero tu cuerpo etéreo puede salir y viajar por el espacio. No está limitado por el espacio; la distancia no es un problema. Los que no lo entienden, los que no admiten la existencia del cuerpo etéreo, pueden interpretar esto como el mundo inconsciente. Dividen la mente del ser humano en consciente o inconsciente. Entonces, el sueño fisiológico es consciente y el etéreo es inconsciente . No es inconsciente. Es tan consciente como los sueños fisiológicos, pero a otro nivel. Si tomas conciencia de tu cuerpo etéreo, los sueños que corresponden a ese mundo serán conscientes.

Del mismo modo que podemos provocar sueños fisiológicos desde el exterior también podemos provocar y estimular sueños etéreos. El mantra es uno de los métodos para crear visiones etéreas, sueños etéreos. Un cierto mantra o un cierto nada —una palabra concreta que resuena reiteradamente en el centro etéreo— puede provocar sueños etéreos. Hay muchos métodos. El sonido es uno de ellos.

Lo sufíes utilizan el perfume para crear visiones etéreas. Mahoma mismo era un amante de los perfumes. Un perfume determinado provoca un sueño determinado.

Los colores también pueden servir de ayuda. Leadbeater una vez tuvo un sueño etéreo sobre el azul, el azul nada más, pero un cierto tono de azul. Empezó a buscar ese azul determinado en todos los mercados del mundo. Después de varios años de búsqueda, finalmente lo encontró en una tienda italiana, era un terciopelo que tenía ese tono. Entonces se empezó a utilizar el terciopelo para crear también sueños etéreos en los demás.

Cuando alguien esta en meditación profunda y ve colores, y tiene experiencias de perfumes, sonidos y música absolutamente desconocida, esto también es un sueño, un sueño del cuerpo etéreo. Las visiones que llamamos espirituales pertenecen al cuerpo etéreo; son sueños etéreos. Los gurús que se manifiestan ante sus discípulos no son más que un viaje etéreo, un sueño etéreo. Pero como solo hemos estudiado la mente en un nivel de existencia, el fisiológico, estos sueños se han interpretado en el lenguaje de lo fisiológico o se han desechado, se han negado, se han metido dentro del inconsciente.

EL CUERPO ASTRAL Y LOS SUEÑOS

En los sueños astrales vuelves a tus vidas pasadas.

Decir que algo forma parte del inconsciente es lo mismo que admitir que no sabemos nada de esto. Es un tecnicismo, un truco. No hay nada inconsciente, pero todo lo que es consciente a un nivel más profundo es inconsciente a un nivel menos profundo. Por tanto, lo etéreo es inconsciente para lo físico; lo astral es inconsciente para lo etéreo; lo mental es inconsciente para lo astral. Consciente significa aquello que conoces. Inconsciente significa lo que todavía no se conoce, lo desconocido.

También hay sueños astrales. En los sueños astrales vuelves a tus vidas pasadas. Es la tercera dimensión de los sueños. A veces, en un sueño corriente puede haber algunas partes de sueño astral o de sueño etéreo. Entonces el sueño se vuelve un lío, un barullo; no entiendes nada. Como los siete cuerpos existen simultáneamente, las cosas de un mundo pueden pasar a otro mundo, introducirse en él. Por eso a veces incluso en los sueños corrientes hay fragmentos de lo etéreo o lo astral.

En el primer cuerpo, el cuerpo físico, no puedes viajar en el tiempo ni el espacio. Estás confinado a tu estado físico y a la hora que sea... pongamos, las diez de la noche. Tu cuerpo físico puede soñar en ese tiempo y espacio específicos pero no más allá de ellos. En el cuerpo etéreo puedes viajar en el espacio pero no en el tiempo. Puedes ir a cualquier parte, pero seguirán siendo las diez de la noche. En el mundo de lo astral, en el tercer cuerpo, no solo puedes viajar en el tiempo sino también en el espacio. El cuerpo astral puede traspasar la barrera del tiempo, pero solo hacia el pasado, no hacia el futuro. La mente astral puede ir recorrer todo el pasado, desde la ameba hasta el ser humano.

En la psicología de Jung la mente astral se denomina inconsciente colectivo. Es vuestra historia individual de nacimientos. Algunas veces se introduce en los sueños corrientes, pero más frecuentemente en estados patológicos que en estados saludables. En una persona con una enfermedad mental, los primeros tres cuerpos pierden la distinción habitual con los demás. Un enfermo mental puede soñar sobre sus vidas pasadas, pero nadie le creerá. Él mismo tampoco lo cree. Dirá que solo ha sido un sueño.

Esto no es soñar en el plano físico. Es un sueño astral. El sueño astral tiene un gran significado, mucha importancia. Pero el tercer cuerpo solo puede soñar sobre el pasado, no sobre lo que será.

EL CUERPO MENTAL Y LOS SUEÑOS

El cuerpo mental puede viajar soñando al pasado y al futuro.

En una emergencia grave, a veces, incluso un ser corriente puede tener un destello del futuro. Si se está muriendo alguien muy próximo y querido, puedes recibir el mensaje en un sueño corriente. Como no conoces otra dimensión del sueño, como no conoces las otras posibilidades, el mensaje se introducirá en un sueño corriente.

Pero el sueño no estará claro, porque tiene que superar algunos obstáculos para que el mensaje se vuelva parte de tus sueños corrientes. Cada obstáculo elimina algo, transforma algo. Cada cuerpo tiene su propia simbología; por eso, cada vez que un sueño pasa de un cuerpo a otro se traduce a la simbología de ese cuerpo. Entonces se mezcla todo.

Si sueñas en el cuarto cuerpo de forma inequívoca —no por medio de otro cuerpo sino por medio del cuarto cuerpo mismo—, entonces podrás penetrar en el futuro, pero solo en el tuyo. Seguirá siendo individual, no podrás penetrar en el futuro de otra persona.

Para el cuarto cuerpo, el pasado es tan presente como el futuro. El pasado, el presente y el futuro se vuelven uno. Todo es ahora: ahora penetrando hacia atrás, ahora penetrando hacia delante. No hay pasado ni futuro, pero todavía existe el tiempo. El tiempo, incluso como presente, sigue siendo un fluir de tiempo. Tendrás que seguir enfocando tu mente. Puedes mirar al pasado pero tienes que enfocar tu mente en esa dirección. Entonces, el futuro y el presente estarán en suspenso. Cuando te enfocas hacia el futuro, los otros dos —el pasado y el presente— estarán ausentes. Serás capaz de ver el pasado, el presente y el futuro, pero no como uno. Y solo serás capaz de ver tus sueños individuales, los que te pertenecen como individuo.

EL CUERPO ESPIRITUAL Y LOS SUEÑOS

El sueño del cuerpo espiritual se relaciona con la conciencia de la totalidad.

El quinto cuerpo, el cuerpo espiritual, atraviesa el mundo del individuo y del tiempo. Ahora estás en la eternidad. El soñar no está relacionado contigo como tal, sino con la conciencia de la totalidad. Ahora conoces el pasado de la existencia pero no el futuro.

A través del quinto cuerpo se han desarrollado los mitos de la creación. Son todos iguales. Varían los símbolos, las historias difieren un poco, pero los mitos de la creación —cómo se creó el mundo, como comenzó su existencia— son paralelos, ya sean cristianos, hinduistas, judíos o egipcios; todas tienen un parecido subyacente. En todo el mundo, por ejemplo, hay historias similares a la del diluvio universal. Sin embargo, no existe una crónica histórica, pero hay un testimonio. Ese testimonio pertenece a la quinta mente, al cuerpo espiritual. La quinta mente puede soñar sobre esto.

Cuanto más penetras en tu interior, más se acerca el sueño a la realidad. Osho

El sueño fisiológico no es tan real. Tiene su propia realidad pero no es tan real. El etéreo es mucho más real, el astral es todavía más real, el mental se aproxima a la realidad y, finalmente, en el quinto cuerpo tus sueños se vuelven totalmente realistas. Esta es la forma de conocer la realidad. El término soñar no es apropiado. Pero, en cierto sentido, es soñar, porque lo real no está presente objetivamente. Tiene su propia objetividad, pero aparece como una experiencia subjetiva.

Dos personas que hayan alcanzado el quinto cuerpo pueden soñar simultáneamente, lo cual no era posible antes. Habitualmente, no hay forma de tener un sueño común con otra persona, pero a partir del quinto cuerpo varias personas pueden tener el mismo sueño simultáneamente. Por eso, en cierto sentido, los sueños son objetivos. Se pueden comparar con las notas y hay tantas personas que sueñan en el quinto cuerpo y descubren los mismos mitos. Estos mitos no fueron inventados por personas individuales. Fueron inventados por escuelas determinadas, tradiciones concretas que trabajan conjuntamente.

El quinto tipo de sueños se vuelve mucho más real. Los cuatro tipos precedentes son, en cierto sentido, irreales, porque son individuales. No hay posibilidad de que otra persona comparta la experiencia; no hay posibilidad de juzgar su validez, si son fantasía o no. Una fantasía es algo que has proyectado; un sueño es algo que no existe como tal, pero que has llegado a conocer. A medida que vas profundizando, los sueños se vuelven menos fantásticos, menos imaginarios, más objetivos, reales, auténticos.

Los conceptos teológicos han sido creados por el quinto cuerpo. Difieren en el lenguaje, la terminología, los conceptos, pero, básicamente, son iguales. Son sueños del quinto cuerpo.

EL CUERPO CÓSMICO Y LOS SUEÑOS

El sueño del cuerpo cósmico, el inconsciente se vuelve consciente.

En el sexto cuerpo o cuerpo cósmico atraviesas el umbral de la conciencia-inconsciencia, materia-mente. Se abandonan las distinciones. El sexto cuerpo sueña sobre el cosmos. Cruzas el umbral de la conciencia y el mundo inconsciente también se vuelve consciente. Ahora, todo está vivo y consciente. Incluso lo que recibe el nombre materia forma parte de la conciencia.

En el sexto cuerpo surgen los sueños de los mitos cósmicos. Has trascendido el individuo, has trascendido la conciencia, has trascendido el tiempo y el espacio, pero el lenguaje todavía existe. Señala en una dirección; te está indicando algo. Las teorías sobre Brahma, sobre maya, las teorías sobre la unidad, el infinito, todas ellas han surgido en el sexto tipo de sueños.

Los que han tenido sueños en la dimensión cósmica son los creadores de las grandes doctrinas, de las grandes religiones. Osho

En el sexto tipo de mente, los sueños aparecen en términos de ser, y no de no ser; en términos de existencia positiva, no en términos de no existencia. Todavía sigue habiendo un cierto apego a la existencia y miedo a la no existencia. La materia y la mente se han vuelto uno, pero la existencia y la no existencia no, el ser y el no ser no. Siguen estado separados. Esta es la última barrera.

EL CUERPO NIRVÁNICO Y LOS SUEÑOS

El séptimo cuerpo, el nirvánico, el silencio absoluto.

El séptimo cuerpo, el nirvánico, atraviesa la frontera de lo positivo y salta a la nada. Tiene sus propios sueños: sueños de la no existencia, sueños de la nada, sueños del vacío. El sí se ha quedado atrás, incluso el no ya no es un no; la nada no es nada. La nada, más bien, es incluso más infinita. Lo positivo tiene límites; no puede ser infinito. Solo lo negativo no tiene límites.

El séptimo cuerpo tiene sus propios sueños. Ahora ya no hay símbolos, no hay formas. Sólo existe lo que no tiene forma. Ahora ya no hay más sonido que la ausencia de sonido; hay silencio absoluto. Los sueños de silencio son totales, interminables.


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