La iluminación espiritual

La empatía y la opinión

POR: CARL GUSTAV JUNG

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Ser nosotros mismos

Una nota antes de leer a Carl Gustav Jung

Cuando seas inmune a las opiniones y actos de los demás, dejarás de ser victima de un sufrimiento innecesario. Recuerda que nadie te puede hacer daño, excepto que tu lo permitas.

Hoy tengo claro que ese obrador de milagros es la empatía, la habilidad de ponernos en el lugar de los demás aunque no sepamos nada de ellos ni de sus situaciones. Cuando somos conscientes de que, al igual que nos ocurre a nosotros, las acciones y reacciones de los demás son consecuencia de su propia visión de las cosas, de sus propios prejuicios y creencias, de sus propios problemas (aunque desconozcamos cuales sean estos).

Cuando somos conscientes, en definitiva, de que esas opiniones y actos ajenos no tienen nada que ver con quién o cómo somos nosotros sino con quién y cómo son ellos... es entonces cuando alcanzamos esa inmunidad, o mejor dicho, esa sabiduría, que nos libera de todo sufrimiento y solo deja lugar para el amor, la comprensión y, sobre todo, la libertad de permitirnos ser nosotros mismos.

Los tipos de personalidad

Carl Gustav Jung

De sus teorías han quedado conceptos de uso común como inconsciente colectivo, arquetipos, los complejos… conceptos usados no solo por la gente común, sino tenidos en cuenta por literatos, artistas y filósofos para desarrollar sus obras

Pero uno de los legados más importante en psicología son los estudios de la personalidad.

¿Han oído alguna vez los conceptos de introvertido o extrovertido? Fueron acuñados por Jung y abren la puerta a su teoría de los tipos de personalidad, junto a las funciones racionales del ser humano (pensar y sentir) y las irracionales (percibir e intuir).

Jung dividió el mundo entre introvertidos y extrovertidos.

A saber, los primeros son tímidos, se retraen de la compañía; Jung pensaba que dirigían su atención y su líbido (energía) al interior, hacia sus propios pensamientos y estados internos, según explica Susan C.Cloninger, profesora y doctora en psicología por la Universidad de Michigan en su libro Teorías de la personalidad.

Y los extrovertidos son sociales, dirigen su energía hacia la gente y las experiencias del mundo.

Desde esas premisas se constituyen los ocho tipos de personalidad de Jung:

Interesado en las ideas en lugar de los hechos, le importa la realidad interior y pone poca atención en las personas, según explica Cloninger.

Es muy terco y tenaz para defender y llevar a cabo sus ideas, pero a la vez es influenciable y explotable fácilmente, porque no percibe las intenciones ajenas por la poca relevancia que da a lo externo, dice de este tipo el psicólogo Rafael Navarro en un trabajo de la Universidad de Valencia.

Es un tipo de persona ligeramente reservada, pero simpática y comprensiva con los amigos cercanos u otros que lo necesiten. Es amoroso pero no demostrativo de esa condición.

Se percibe callada, inaccesible, difícil de comprender y melancólica, explica Navarro.

Pone énfasis en la experiencia subjetiva, en lugar de los hechos por sí mismos. Se nutren de sus impresiones sensoriales y viven inmersos en sus sensaciones internas. Es un perfil típico de músicos y artistas, opina Cloninger. Pueden vivir en un mundo irreal.

Está interesado con las posibilidades futuras más que en lo que actualmente está presente. Está en contacto con su inconsciente. Son soñadores.

Es un individuo interesado fundamentalmente en los hechos y a partir de ahí elabora sus teorías. Reprime la emoción y los sentimientos. Descuida a los amigos y a sus relaciones sentimentales.

El tipo reflexivo extravertido no solo se subordina a su fórmula para tomar decisiones, sino que pretende que lo hagan así, por su propio bien, cuantos le rodean, escribió Jung.

Perfil muy interesado en las relaciones humanas, se ajusta al ambiente social. Jung consideraba que se da con frecuencia en las mujeres: Es amado el hombre que conviene y no otro, escribió Jung.

Su actividad intelectual está restringida a lo que sienten, opina el psicólogo de la Universidad de Valencia.

Pone énfasis en las percepciones que le provocan las realidades tangibles. Manifiesta una tendencia acusada a la búsqueda del placer, explica Cloninger.

Es un tipo que necesita cambiar de estímulos constantemente y atribuye un valor incluso mágico a los objetos de una forma inconsciente, opina Navarro.

Aventurero. Su interés por una cuestión permanece hasta que consigue el objetivo, luego necesita nuevas perspectivas.

Tiende a entusiasmar a otros en sus proyectos y suelen ser carismáticos.

La moralidad del intuitivo no es intelectual ni sentimental. Tiene su moral propia, que es la fidelidad a su intuición y el sometimiento voluntario a su fuerza. Es escasa su consideración por lo que se refiere al bienestar de los que lo rodean, explicó Jung en su obra.

Estos tipos de personalidad de Jung son el fundamento de los importantes test Myers-Briggs, que se utilizan en terapias para ayudar a una persona a identificar algunas de sus preferencias personales más importantes, explicó a la BBC el filósofo Mark Vernon.


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