La iluminación espiritual

El bote vacío

POR: OSHO

Imagen; El bote vacío; Osho

CHUANG TSE

De la vida de este filósofo chino se sabe poco, ni siquiera sus fechas de nacimiento y muerte están claras (alrededor del 360 a.C. para su nacimiento y 275 a.C. para su muerte). Es, en cualquier caso, contemporáneo de Aristóteles, y del filósofo chino Mencio, y sigue, a su manera las doctrinas de Lao Tse.

En las obras que nos han llegado de él, no resulta fácil distinguir lo surgido de su propia pluma y lo probablemente añadido fieles al contenido y al estilo por discípulos posteriores. El estilo originario y característico de Chuang Tse es brillante y profundo y está plagado de metáforas, figuras literarias, relatos y fábulas que no facilitan su interpretación o que dan pie a interpretaciones múltiples. Usando patrones y terminología contemporáneos, se ha creído hallar en Chuang Tse una defensa del perspectivismo: la realidad depende del punto de vista, la posición, que ocupe el sujeto. Las perspectivas son, por tanto potencialmente infinitas; circunstancia que bien podía conducir a un relativismo(sofistas), según el cual valdrían todas las perspectivas; o bien a un escepticismo(helenístico), para el que no valdría en absoluto ninguna de ellas, sino que la verdadera realidad se nos escaparía.

En tanto que figura clásica del taoísmo, Chuang Tse parece defender una posición intermedia, la propia del Tao, verdadero principio unitario de la realidad, naturaleza verdadera en la que todas las diferencias se anulan. De esta unidad originaria surgen las perspectivas, las contradicciones aparente. El sabio, el filósofo debe afanarse a través del Tao que es además método, camino por regresar a esa unidad primigenia, por colocarse en el centro de la circunferencia en el cual queda cancelada toda contradicción. Chuang Tse se refiere a una gran rueda cósmica, en el centro de la cual se halla la norma. Ello recuerda enormemente a la doctrina del justo medio aristotélico que no deja de ser un punto central entre dos extremos.

Con su lenguaje sumamente metafórico, Chuang Tse propone para la ética una especie de equidistancia, una imparcialidad absoluta en la que todas las diferencias se ven eliminadas, en la que todo es uno, cada cosa se convierte en su contraria. Propuesta que parece anticipar la Conmiseración universal en la que puede desembocar el racionalismo de Leibniz, también desde el perspectivismo, apoyado en ese no haber nada del que no pueda darse razón, que no se pueda explicar y entender y vincular por tanto con el todo, eliminando así cualquier diferencia: el camino que sube y el camino que baja uno y el mismo son, decía Heráclito con parecida intención y con idéntico gusto literario por el aforismo.

El mismo estilo literario de Chuang Tse podría querer reflejar frente al seco concepto abstracto que determina y niega la realidad reduciéndola a ser esto, pero no aquello la naturaleza cambiante y viva de la realidad siempre sujeta a interpretación. Empeño que lo emparentaría con Nietzsche, quien también eligió un estilo plástico, fluyente, vivo, frente al estilo conceptual muerto, porque como dirá Spinoza en el siglo XVII Toda determinación es una negación. Chuang Tse no quiere negar la realidad sino dejarla hablar; para ello elige el estilo más apropiado. De hecho se le considera y respeta especialmente por ello como un remoto precursor de la filosofía del lenguaje del siglo XX y su denuncia de las trampas lingüísticas, que más que revelar la realidad la velan.

El bote vacío

Esta parábola de Chuang Tse es hermosa. El dice que un hombre sabio es como un bote vacío.

Así es el hombre perfecto, su bote está vacío.
No hay nadie dentro.

Si te encontrases a Chuang Tse, o a Lao Tse, o a mí, el bote estará ahí, pero vacío, sin nadie en él. Si simplemente miras superficialmente, entonces parecerá que hay alguien, porque el bote está ahí. Pero si penetras más, si realmente intimas conmigo, si te olvidas del cuerpo, del bote, entonces encontrarás una nada. Chuang Tse es una rara flor, porque llegar a ser un don nadie es lo más difícil, es casi imposible, es lo más extraordinario del mundo.

La mente ordinaria suspira por lo extraordinario, y eso es parte de lo ordinario; la mente común desea ser alguien en particular, eso es parte de lo ordinario. Puedes convertirte en un Alejandro, pero permanecerás ordinario- y entonces quién es alguien extraordinario? Lo extraordinario comienza solo cuando tú dejas de suspirar por ello. Entonces el viaje ha empezado, una nueva semilla ha germinado.

Esto es lo que Chuang Tse quiere expresar cuando dice : Un hombre perfecto es como un bote vacío. Muchas cosas se derivan de ello. Primero, una barca vacía no va a ninguna parte porque no hay nadie que la dirija, nadie que la manipule, nadie que la conduzca a un lugar determinado. Un bote vacío está ahí, sin ir a parte alguna,. Incluso si se mueve, no se dirige a ningún sitio en concreto.

Cuando la mente no está allí, la vida sigue en movimiento, pero no está dirigida. Te moverás, cambiarás, serás como el fluir de un río, pero no te dirigirás a ninguna parte, no tendrás metas a la vista. Un hombre perfecto vive sin propósito, un hombre perfecto vive sin motivo alguno. Si le pides a un hombre perfecto, Qué estás haciendo?, te dirá, "No lo sé, pero esto es lo que está sucediendo". Si me pides porque te estoy hablando, te diré, Preguntan las flores porqué florecen? Esto es un suceder, no está manipulado. No hay nadie que manipule, el bote está vacío. Cuando exista un propósito siempre permanecerás afligido. Por qué?.

Una vez un hombre pregunto a un avaro, un gran tacaño, ¿Cómo has logrado tener éxito en acumular tanto dinero?.

El avaro le contestó, "Este es mi lema : todo lo que haya de hacerse mañana debería de hacerse hoy, y todo lo que se pueda disfrutar hoy debería de disfrutarse mañana. Este ha sido mi lema." El consiguió amasar una gran riqueza- y así la gente consigue acumular sinsentidos.!

Este avaro era también un desgraciado. De una parte triunfó acumulando riqueza, de otra triunfó acumulando amargura. Y el lema es el mismo para acumular dinero que para acumular desdicha: has hoy lo que deba ser hecho mañana, hazlo ahora, no lo demores. Y todo lo que puedas disfrutar ahora mismo, no lo disfrutes ahora, posponlo hasta mañana.

Este es camino para entrar en el infierno. Siempre tiene éxito, nunca ha fallado. Inténtalo y lo lograrás; o incluso puede que hayas triunfado ya. Puedes haber estado intentándolo sin saberlo. Pospón todo lo que puedas disfrutar, piensa solo en el mañana.

Jesús fue crucificado por los Judíos solo por esta razón, no por ningún otro motivo. No es que ellos estuvieran en contra de Jesús; Jesús era un hombre perfecto, un bello ser humano, ¿porqué debían los judíos de estar en su contra? Más bien al contrario, habían estado esperando a este hombre. Durante siglos habían estado suspirando y esperando: ¿Cuando llegará el Mesías?.

Y entonces de repente este Jesús declara: "Yo soy el Mesías al cual habéis estado esperando, y he venido ahora. Contempladme."

Ellos se sintieron confusos- porque la mente puede esperar, siempre disfruta en la espera, pero la mente no puede encarar el hecho, la mente no puede encontrarse con este momento. Siempre sabe posponer, es fácil posponer : El Mesías vendrá, pronto llegará... Durante siglos los Judíos han estado pensando sobre ello y posponiendo y entonces este hombre destruye toda esperanza, porque les dice : "Estoy aquí". La mente se siente entonces turbada. Tuvieron que matar a aquel hombre, de otra forma no les hubiese sido posible vivir con la esperanza del mañana.

Y no solo fue Jesús, muchos otros han declarado desde entonces, "Yo estoy aquí, Yo soy el Mesías". Y los Judíos siempre los han negado, porque si no los niegan, cómo podrían vivir en esperanza y cómo podrían posponerlo? Ellos han vivido este anhelo con tanto fervor, con tal profunda intensidad que a duras penas puede uno creerlo. Ha habido judíos que se acostarían esperando que aquella fuese la última noche, que por la mañana el Mesías estaría ahí....

He oído acerca de un rabino que solía decir a su mujer, Si él viene por la noche, no pierdas un solo instante, despiértame inmediatamente. El Mesías está llegando y llegando, puede venir en cualquier momento.

Y he oído de otro rabino cuyo hijo se iba a casar, de forma que envió las invitaciones para la boda a sus amigos y escribió en ellas :"Mi hijo se va a casar en Jerusalén en tal fecha, pero si el Mesías no ha venido por entonces, mi hijo se casará en este pueblo de Kortz". Quién sabe, quizás en la fecha de la boda el Mesías haya venido ya. Si es así, yo no estaré aquí, estaré en Jerusalén celebrándola. Pero si no ha venido por entonces, solo entonces celebraremos la boda en este pueblo; en caso contrario será en Jerusalén.

Así han estado esperando y esperando, soñando. Toda la mente Judía ha estado obsesionada con el Mesías venidero. Pero cuando el Mesías llega, inmediatamente lo niegan. Esto debe de ser comprendido. Así es como funciona la mente: esperas la dicha, el éxtasis, y cuando llega lo niegas, simplemente le vuelves la espalda.

La mente puede vivir en el futuro, pero no puede vivir en el presente. En el presente solo puedes anhelar y desear. Así es como creas tu propia desgracia. Si empiezas a vivir aquí y ahora, en este mismo momento, la desdicha desaparece.

¿Pero cómo se relaciona esto con el ego?

El ego es el pasado acumulado. Todo lo que has conocido, experimentado, leído, cualquier cosa que te haya sucedido en el pasado, todo se acumula ahí. Este pasado en conjunto es el ego, eres tú.

El pasado se puede proyectar en el futuro- el futuro no es más que el pasado extendido- pero el pasado no puede encarar el presente. El presente es totalmente diferente, tiene una cualidad del estar aquí y ahora. El pasado siempre está muerto, el presente es vida, la mismísima fuente de todo lo vivo. El pasado no pueden enfrentarse al presente y por esto se mueve hacia el futuro ; pero ambos están muertos, ambos son no-existenciales. El presente es vida; el futuro no puede encontrarse con el presente, ni tampoco el pasado. Y tu ego, tu ser alguien, es tú pasado. A menos que no estés vacío no puedes estar aquí, y a menos que estés aquí no puedes estar vivo.

¿Cómo puedes conocer la felicidad de la vida?

En cada momento está lloviendo sobre ti y tú la estabas obviando.

Dice Chuang Tse:

Así es el hombre perfecto, su bote está vacío.

¿Vacío de qué?

Vacío del yo, vacío del ego, vacío del alguien en su interior.


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