La iluminación espiritual

Los 7 principios de Mahatma Gandhi

LOS PRINCIPIOS DE GANDHI

El hombre que cambió la guerra por el pacifismo.

Gandhi sabia que el buen ejemplo da autoridad y tenia como principio primero enseñarse a el mismo y después dar las lecciones.

El mejor ejemplo de ellos es la famosa historia de una mujer que vino con su hija donde el famoso líder espiritual de la India donde le explicó que su hija comía demasiados dulces y le suplicó que la persuadiera a romper aquel mal hábito.

Gandhi guardó silencio por un buen rato y dijo:

‑ Tráeme a tu hija de nuevo en tres semanas y entonces le hablaré.

La mujer se fue y a las tres semanas trajo a su hija de nuevo. Esta vez Gandhi llevó a la niña un lado y le explicó los efectos perjudiciales de aquella mala costumbre y la animó a que dejara el pernicioso hábito.

Agradeció la señora y le preguntó con curiosidad:

‑ Quisiera saber: ¿Por qué no dijo esto hace tres semanas?

Contestó humildemente Gandhi:

‑ Es que entonces, yo también era adicto a los dulces.

Por esa misma autoridad, Mahatma Gandhi es uno de los hombres más reconocidos en toda la historia, sus aportaciones a la filosofía y la no violencia fueron enormes, siempre procuró que su país natal, India cambiara, y como muchos ahora solo lo recuerdan con nostalgia.

Ahora veamos los 7 principios de Mahatma Gandhi

LA VERDAD

No hay dios más grande que la verdad.

Lo mismo que un árbol tiene una sola raíz y múltiples ramas y hojas, también hay una espiritualidad verdadera y perfecta, pero diversificada en numerosas ramas religiosas, por intervención de los hombres.

No tengo nada nuevo para enseñarle al mundo. La verdad y la no violencia son principios tan antiguas como las montañas. Todo lo que hice fue tratar de experimentarlas en la mayor escala posible. Pero si tuviéramos una visión plena de la verdad, ya no buscaríamos a Dios, sino que seríamos uno con él, porque la verdad es Dios. Busca la verdad y exprésala.

La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros ni querer realizarla luchando con violencia con enemigos exteriores. Por eso los principios en todas las religiones, aunque difieren en algunos aspectos, señalan con unanimidad que nada vive en este mundo más allá de la Verdad.

LA NO VIOLENCIA

La no violencia es el arma del más fuerte.

La no violencia no es una prenda que se puede poner y quitar a voluntad. Su asiento está en el corazón, y debe ser una parte inseparable de nuestro ser.

No te puedo enseñar la violencia, porque yo mismo no creo en ella. Yo solo te puedo enseñar a no bajar tu cabeza ante nadie, incluso a costa de tu vida. Por eso la no violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más poderosa que la más poderosa arma de destrucción creada por el ingenio humano.

La religión de la no violencia su principio fundamental consiste en brindarles a los demás el máximo de comodidad con el máximo de incomodidad para nosotros, aún a riesgo de nuestra vida.

EL AMOR

El amor nunca reclama sufrimiento.

El amor nunca reclama, siempre da. El amor siempre sufre; nunca se venga. Entiende que el amor es la fuerza más fuerte que posee el mundo y sin embargo es la más humilde que se pueda imaginar.

Hay dos tipos de poderes, uno es obtenido por el miedo al castigo, y el otro por actos de amor. El poder basado en amor es más efectivo y permanente que el miedo al castigo. Por eso yo te ofrezco paz. Yo te ofrezco amor. Yo te ofrezco amistad. Yo veo tu belleza. Yo escucho tu necesidad. Yo siento tus sentimientos.

No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia. Nuestra tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a las personas a Dios.

EL SILENCIO

Mi mejor arma es la plegaria silenciosa.

En la actitud de silencio el alma encuentra el camino en una luz más clara, y lo que es difícil y engañoso se resuelve en la claridad de cristal.

El silencio se vuelve cobardía cuando la ocasión demanda decir toda la verdad y actuar en consecuencia. Pero lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.

LA FE

La fe no se agarra, es algo que solo se vive.

La no-violencia tiene éxito solo cuando tenemos una fe viva en Dios.

Jesús el Cristo que fue completamente inocente, se ofreció a si mismo por su fe en Dios como sacrificio por el bien de los demás, incluso de sus propios enemigos, y se convirtió en el salvador del mundo. Fue un acto perfecto.

Los hombres más grandes del mundo siempre han tenido como principio estar solos. Tenemos el caso de los grandes profetas, Zoroastro, Buda, Jesús, Mahoma: estuvieron solos como muchos otros que podría nombrar. Pero sentían una fe viva en sí mismos y en Dios y al creer, como creían, que Dios estaba a su lado nunca se sentían en soledad.

La tarea que enfrentan los devotos de la no violencia es muy difícil, pero ninguna dificultad puede abatir a los hombres que tienen fe en su misión.

Si la paciencia tiene valor, debe durar hasta el fin de los tiempos. Y una vida de fe, prevalecerá en la mitad de una tormenta negra. Así mismo, un cuerpo pequeño de espíritu determinado y encendido por una inquebrantable fe en su misión, puede alterar el curso de la historia.

Conozco el sendero. Es estrecho y oscuro. Es como el filo de una espada. Me regocijo de caminar por él. Me lamento cuando erro su senda. La palabra de Dios dice: El que lucha nunca perece. Tengo fe ciega en esa promesa. Por ello, aunque a causa de mi debilidad he fallado cientos de, veces, no pierdo la fe.

LA SOLEDAD

Salgo para renovar la necesidad de estar solo.

Algo en mí que nunca me engaña me dice ahora: Tienes que resistir contra el mundo entero aunque tengas que quedarte solo. Has de mirar al mundo a la cara aunque el mundo te mire con ojos inyectados en sangre. No temas. Confía en ese algo que mora en tu corazón y dice: Abandona amigos, esposa, todo, pero da testimonio de aquello por lo que has vivido y por lo que has de morir.

La fuerza del número place a los tímidos. El valiente de espíritu se jacta de luchar solo.

DIOS

La no violencia el medio para expresar a Dios.

Una lucha justa se puede emprender solo en nombre de Dios. No obstante, Dios acudirá en rescate del buscador insistente de la verdad recién cuando éste se vea completamente desvalido y esté en apariencia acabado en medio de la oscuridad que lo rodea.

He aprendido esta lección: lo que es imposible para el hombre es juego de niños para Dios. No me caben dudas que todas las cosas son posibles si tenemos fe en la Divinidad que rige el destino de hasta lo más humilde de Su creación. Con esa esperanza última, paso el tiempo y me esfuerzo por obedecer Su voluntad.

La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.

Para tener una visión plena de la verdad y de Dios, es vital conocer la espiritualidad y la religiosidad para robustecer el corazón.

No quiero predecir el futuro. Me preocupa cuidar el presente. Dios no me ha dado ningún control sobre el momento siguiente.

REFLEXIONES DE GANDHI

APRENDER A VIVIR

Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre.

NO A LA VENGANZA

Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.

MÁS BUENOS QUE MALOS

Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.

EL PODEROSO AMOR

El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de la cual dispone el mundo.

NO VIOLENCIA

La violencia es el miedo a los ideales de los demás.

CERO RENDICIONES

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.

UNO ES SU ENEMIGO

Primero te ignoraran, luego se ríen de ti, luego luchan contra ti, luego ganas.

MODESTIA ANTE TODO

No es sabio estar demasiado seguro de la sabiduría de uno.

NADIE NACE SABIENDO

Una onza de práctica vale más que toneladas de sermones.

El débil nunca puede perdonar. El perdón es un atributo del fuerte.

Mahatma Gandhi